La pifia de la caverna con un cartel sobre sexo con menores
La redondofobia no es un odio racional a todo lo circular o esférico, sino la incapacidad de considerar que el ministerio de Igualdad que dirige Ana Redondo puede no tener nada que ver con una polémica sobre feminismo o derechos sexuales. En Almería aparecieron unos carteles en los que, junto a la fotografía de un niño, se leía el texto “Si dice que no, no es sexo: es agresión”. Como es comprensible, se ha desatado una polémica virulenta en las redes, puesto que, si uno es adulto, cualquier sexo con menores de dieciséis años –y el chico de la imagen lo es– es considerado automáticamente un abuso, ya que la víctima aún no ha alcanzado la edad del consentimiento. ElAbc y La Razón se sumaron a la quema y, como estaba el logotipo del ministerio de Igualdad, dirigieron el odio social. Pero resulta que el anuncio es iniciativa del Ayuntamiento de Almería, gobernado por el PP, y que si incluyeron el logotipo en cuestión es porque aspiraban a recibir una subvención del ministerio en materia de difusión y concienciación. La alcaldesa ha retirado la campaña y ha pedido disculpas. Y por lo menos La Razón ha editado el tuit (aunque no explica la metedura de pata, como sería preceptivo) pero elAbc le mantiene todavía en la red, pese al error flagrante. De hecho, el ministerio se sumó a las peticiones de retirada, claro.
¿Alguien se jugaría un guisante conmigo que, si hubieran tenido claro desde el principio que la metedura de pata era responsabilidad de un cargo electo del PP, esta noticia no habría aparecido ni en broma? He aquí un claro ejemplo de lo que, pomposamente, Sánchez llama "la máquina del barro" y no es más que mal periodismo de francotirador. Es un juicio de intenciones, claro, pero yo apostaría el guisante, el garbanzo e, incluso, el haba.