Quim Monzó deja de escribir artículos
El autor de 'El por qué de todo ello' ha decidido cerrar, a 72 años, una trayectoria periodística de cinco décadas
Barcelona"Lo de Joe Biden es una montaña rusa. Un día parece que finalmente le han hecho entender que lo mejor que puede dar es un paso al lado y al día siguiente lees que la élite demócrata le apoya de forma inquebrantable". Así empezaba Cómo saber si ya eres viejo, el artículo que Quim Monzó publicaba en La Vanguardia el 13 de julio y que ha terminado siendo el último que aparezca en el diario, después de décadas de colaboración.
Monzó ha anunciado la retirada este domingo en una entrevista con el periodista Magí Camps. "Cuelgo las botas del articulismo; quiero aprender a jugar en la butifarra", admite el autor deLo mejor de los mundos. Aunque en el 2020 dejó de escribir artículos durante varios meses a causa de una depresión, Monzó había vuelto a La Vanguardia publicando dos veces a la semana. La trayectoria de Monzó como articulista empezó en la década de los 70 en publicaciones como Tele/eXpres y desde entonces ha escrito en numerosas cabeceras, como elHoy, El Periódico de Cataluña, El Correo Catalán y El País. El vínculo más largo en el tiempo y más prolífico ha sido con La Vanguardia, que supera las tres décadas, y del que han nacido libros como Catorce ciudades contando Brooklyn (Cuadernos Crema, 2004), Esplendor y gloria de la Internacional Papanatas (Cuadernos Crema, 2010), Mesa y barra (Libros de Vanguardia, 2017) y el reciente Mentes preclaras (Libros de Vanguardia, 2024). "Podría continuar, pero los temas son siempre los mismos y me cansa –explica en la entrevista con Magí Camps–. Tú puedes repetirte y mucha gente nueva, de generaciones posteriores que no leyeron los primeros artículos, dirán, oh, mira éste, es original, nunca lo había visto. Pero yo sí sé que los escribí y ahora me he hartado".
Calidad, talento e irreverencia
Nacido en Barcelona el 24 de marzo de 1952, Quim Monzó estudió diseño gráfico en la Escola Massana y se dio a conocer como escritor precisamente gracias a un premio literario, el Prudenci Bertrana. Fue en 1976 y la novela El aullido del gris al borde de las cloacas hace décadas que es inencontrable, porque el propio autor la vetó. Con Uf, dijo él, primer libro de cuentos para Quaderns Crema –publicado en 1978– empezó una de las trayectorias más singulares, irreverentes y populares de la literatura catalana contemporánea, con títulos como La magnitud de la tragedia (1989), El porqué de todo (1993) y Guadalajara (1996). “Entre las virtudes de Monzó está la calidad de su estilo, una capacidad de invención absolutamente desconcertante pero también familiar, porque está integrada en la vida cotidiana, y, al mismo tiempo, un enorme talento reflexivo y de pensamiento –explicaba el crítico literario Ponç Puigdevall en el 2018, cuando el autor recibió el Premio de Honor de las Letras Catalanas–. Hay un antes y un después de él en la literatura catalana. El trabajo verbal y moral que ha hecho es importantísimo”. Si finalmente ha anunciado su retirada como articulista a 72 años, en 2007 se despidió de la ficción con Mil cretinos. Habrá que ver si el hecho de dejar de escribir para la prensa hace renacer al magnífico narrador de historias que es Monzó.