Estreno

Pol López: "Las heridas está bien mirarlas a tiempo, sobre todo si podemos aprender de ellas"

Actor

BarcelonaHace veinte años que se produjo el 11-M, el mayor atentado yihadista que ha tenido lugar en territorio europeo. Disney+ recuerda aquellos hechos con Nos vemos en otra vida, serie que llega este miercóles y que adapta el libro de Manuel Jabois donde se recoge la conversación que mantuvo con Gabriel Montoya, conocido como Baby, el único menor de edad condenado por su participación en el ataque. En la miniserie, de los hermanos Jorge y Alberto Sánchez Cabezudo, Pol López interpreta a Emilio Trashorras, el delincuente asturiano que encargó al Baby viajar de Oviedo a Madrid con una bolsa llena de explosivos para entregar a los yihadistas.

Cuando recibiste el proyecto, ¿qué sabías de la historia de Emilio Trashorras y de Baby?

— Sabía un poco, sabía que había unos tratos con un grupo delincuente de barrio de Asturias, pero no sabía de quién se trataba con profundidad.

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Eran unos delincuentes de barrio que acabaron involucrados en el mayor atentado yihadista que ha tenido lugar en Europa. ¿Ese elemento te era especialmente interesante?

— El personaje me parecía muy atractivo porque tenía un tipo de comportamiento, una forma de manipular, que le hacía muy rico. Era como una especie de enigma. Tuve todas las dudas del mundo a la hora de hacer esta serie, no lo tenía nada claro. Cuando vi quiénes eran los creadores y qué hacían, dije que sí. Es un proyecto que es respetuoso con las víctimas y que lo que hace es esclarecer las responsabilidades de estos hechos. También genera memoria de una herida importante para España.

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¿Cuáles eran las dudas que tenías?

— Yo conocía el trabajo de Jorge y Alberto, pero no a fondo. Cuando vi cuál era su mirada, las dudas me fueron. Su mirada no justifica nada, simplemente explica por qué es importante saber de dónde vienen las cosas, sin estigmatizar. Creo que consiguen un equilibrio bastante genial de poner contexto con rigor histórico y atender a todo el dolor que hubo. Tienen muy en cuenta a las víctimas. Me gustó mucho su modo de hablar de los hechos.

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Entiendo que para prepararte el papel no pudiste contactar con Emilio Trashorras.

— No, no tuve ningún contacto. Para afrontar el personaje lo hice como lo hago con el guión de cualquier película con un personaje interesante. En este caso, la intención social que estaba detrás era lo que me interesaba. Ningún contacto.

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Uno de los elementos de tu personaje es que sufre esquizofrenia, pero ha huido mucho de los tópicos vinculados a la enfermedad. ¿Era algo que le preocupaba?

— Yo en esto ni he pensado, porque yo no quería interpretar esto. Es más interesante el enigma que es el personaje que está escrito, sus acciones y sus hechos llegó a formar parte.

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La clave de la serie es la relación que se establece entre Emilio y Baby. ¿Tú cómo lo contarías?

— Creo que lo interesante es mirárselo desde los ojos del Baby. Se deja llevar por una persona que parece tener las cosas claras, que parece que domine todo lo que toca. Por eso él tiene 16 años, y el otro tiene otros 15. Hay una diferencia de edad que Emilio utiliza para su beneficio.

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Han pasado 20 años de los atentados, pero no existen muchas ficciones que traten los hechos. ¿Cuándo es el momento de empezar a hablar de ello?

— Los tempos vitales sobre las heridas trágicas de un país no los tengo muy claros, pero quienes nos pueden dar son las víctimas. El feedback que nos está llegando es que les parece que en la serie hay respeto y dignidad. A veces se estudian cosas que son algo más inútiles en el ámbito de la historia, o que incluso están demasiado tergiversadas porque han sido demasiado tocadas por muchas manos y voces, y de este hecho hay mucha información y podemos aprender muchas cosas. Las heridas, a veces, está bien mirarlas a tiempo, sobre todo si podemos aprender.