¿Quién tiene miedo de las mujeres que se quieren? Series y visibilidad lésbica

BarcelonaLightyear, la película que explica los orígenes del popular astronauta de Toy Story, era una de las películas de animación más esperadas de este año. Su estreno, sin embargo, ha estado rodeada de polémica después de que hasta 14 países hayan decidido prohibirla a raíz del beso entre dos mujeres que aparece en la cinta. Esta escena ya fue objeto de debate dentro de Disney, puesto que diferentes trabajadores denunciaron que la compañía había decidido eliminarla, a pesar de que había dejado las referencias a la relación lésbica entre los dos personajes. Las críticas obligaron a la compañía a dar marcha atrás. La censura no es el único ataque que ha tenido que soportar la película: en diferentes países latinoamericanos se ha estrenado en cines que alertan mediante carteles que la cinta contiene "escenas con ideología de género".

El caso de Lightyear demuestra que la representación de la comunidad LGTBI en productos audiovisuales, sobre todo cuando van destinados al público infantil, no está normalizada. Este año, coincidiendo con el estreno de la película de Pixar y la defensa de la visibilidad lésbica por parte del Pride Barcelona, que en esta edición está dedicado a las bollomamis, repasamos series que han puesto en el centro de sus tramas historias de mujeres que se quieren.

La inglesa Anne Lister, nacida en 1791, fue terrateniente, empresaria, exploradora y lesbiana. De hecho, está considerada la primera mujer que vivió una existencia abiertamente lésbica. La serie de HBO, protagonizada por la siempre excepcional Suranne Jones, recuerda su fascinante vida, durante la cual siempre defendió el derecho a vivir como ella quería. En la segunda temporada, estrenada este marzo, la serie muestra la vida matrimonial de Anne y Ann Walker, ya establecidas como pareja oficial y con un hogar en común en Shibden Hall. El espíritu emprendedor de Anne asustará a sus vecinos, que la consideran provocativa y peligrosa. La ficción utiliza como base argumental los diarios que Lister escribió, la mayoría en código.

Sencilla, delicada y tierna. La fragancia del primer amor es la primera serie taiwanesa protagonizada por una pareja lésbica. En la tradición de los amores reencontrados, la serie sigue a una mujer, Yi-min, ahora casada y con un hijo, que coincide con una amiga de la adolescencia, Tinting, de quien estuvo enamorada. En la juventud decidió renunciar a esta relación por miedo a la homofobia imperante en la sociedad taiwanesa, pero, en la actualidad, con el matrimonio homosexual ya legalizado en Taiwán, se pregunta si cometió un error. En la miniserie, de seis capítulos de quince minutos, vemos el presente de las protagonistas, pero también su pasado, cuando se empezaron a despertar los sentimientos de la una por la otra.

La humorista Mae Martin interpreta una versión de ella misma en esta comedia romántica semiautobiográfica. La protagonista es Mae, una cómica canadiense (igual que la creadora y actriz) que vive en Manchester y que durante una de sus actuaciones en un club conoce a George (Charlotte Ritchie), una chica inglesa que nunca ha mantenido una relación con una mujer. Los puntos de fricción de la comedia son, por un lado, las reticencias de George a salir del armario, pero también las neurosis de Mae y, sobre todo, las adicciones que tuvo en el pasado. Entrar en Feel good es descubrir la personalidad contradictoria y difícil de Mae, que o te enamora o te acaba cargando. Como curiosidad, Lisa Kudrow, Phoebe de Friends, interpreta a la madre de Mae.

La atracción fatal entre la Eve Polastri (Sandra Oh) y Villanelle (Jodie Comer) ha mantenido encendido el fuego de Killing Eve durante cuatro temporadas, aunque el interés se haya ido diluyendo entrega tras entrega. Lo que empieza como una persecución policial se acaba convirtiendo en una relación tóxica a medio camino entre el enamoramiento y la fascinación intelectual. La serie, que en sus inicios contaba con Phoebe Waller-Bridge, ha sido acusada en alguna ocasión de practicar el queer baiting, que es como se conoce cuando una ficción insinúa que dos personajes son homosexuales, pero finalmente hace que sean heterosexuales. En este caso, las críticas por queer baiting resultan excesivas, puesto que si bien la serie ha evitado poner etiquetas, siempre ha mostrado la atracción entre las dos protagonistas.

A pesar de que el protagonista de Atypical es Sam y su autismo, en esta serie de Netflix también se explora el proceso de salir del armario a través de Casey, la hermana del protagonista. La adolescente se identifica como bisexual y a partir de la temporada tres, después de dejarlo con su novio Evan, empezará una relación con Izzie. Pero, antes, tendrá que entender cuáles son sus sentimientos y su sexualidad.

La ficción española también se ha sumado a la visibilidad lésbica. Una de las series que mejor lo ha hecho es Luimelia, ficción derivada de Amar es para siempre y protagonizada por Luisita y Amelia, una pareja que había generado furor entre los seguidores de la serial de sobremesa. En Luimelia la acción dejaba atrás los 70 y se ambienta en el momento actual para mostrar las diferencias entre vivir una relación lésbica en un momento de represión total o uno de libertad. Carol Rovira, ahora flamante coach de Eufòria, daba vida a Amelia. De hecho, la popularidad de la serie en Latinoamérica, y en consecuencia de Rovira, ha hecho que muchos fans de fuera del Estado español se animaran a seguir el talent show catalán. Este año Luimelia ha estado nominada al galardón que entrega la Alianza Gay y Lesbiana contra la Difamación (GLAAD) de EE.UU. a la mejor serie en castellano, premio que finalmente se llevó Maricón perdido.

Sí, en Heartstopper los protagonistas son Charlie (Joe Locke) y Nick (Kit Connor), que vive el proceso de descubrimiento de su sexualidad. Aun así, la pareja formada por Darcy (Kizzy Edgell) y Tara (Corinna Brown) juega un papel fundamental en la historia: no solo apoyan a Nick y le muestran que vivir una relación con una persona del mismo sexo es normal y precioso, sino que también tienen sus propios debates internos. En este sentido, es Tara quien experimenta las dificultades que, a veces, conlleva salir del armario. Cuando la chica decide publicar en Instagram una foto con su novia su perfil se empieza a llenar de comentarios ofensivos como por ejemplo “qué pena que siendo tan guapa te gusten las chicas”. Este tipo de respuestas harán que Tara se encierre en ella misma y se sienta mal. Pero no sufráis, que en Heartstopper el amor siempre triunfa.

¿Se puede explicar la historia de la poeta Emily Dickinson de una forma moderna y rompedora? La serie de AppleTV+ ha demostrado en tres temporadas que sí. Hailey Steinfeld protagoniza y produce esta comedia que intenta acercar la vida y la obra de Dickinson al público actual. En el corazón de la ficción está el amor profundo que la escritora sentía por la poesía, pero también por Susan Gilbert, su mejor amiga, a quien dedicaba muchos de sus poemas. La serie muestra el amor entre las dos mujeres y también la gran frustración que la poeta sintió cuando Susan decidió casarse con su hermano mayor, Austin Dickinson, para conseguir la seguridad y la familia que no tenía, puesto que era huérfana desde los 11 años.

Nueva York, skates y cinco chicas. Betty, nacida como un spin-off de la película indie Skate kitchen, de Crystal Moselle, es una serie de marcado espíritu urbano que sigue el día a día de un grupo de amigas que intentan hacerse un hueco en la cultura del skate de Manhattan, eminentemente formada por chicos. En la vida diaria de estas chicas también juegan un papel fundamental las diferencias de raza y clase y la sexualidad. Algunas son lesbianas, otras no. La más abierta con su condición de lesbiana es Kirt, la líder del grupo que encaja dentro del canon de tomboy, palabra con la que se define a las chicas con estilo y actitud masculinizados. En cambio, Honeybear es una chica queer que rechaza cualquier tipo de etiqueta.

Esta serie de ciencia ficción está considerada un hito en la representación de las lesbianas en la televisión. Creada por Emily Andras, este western sobrenatural sigue a Wynonna Earp, descendente del agente de la orden del Far West Wyatt Earp, que vuelve a su ciudad natal, Purgatorio. Wynonna tiene una hermana pequeña, Waverly, que se enamora de la policía del pueblo, Nicole, desde casi el primer episodio. La pareja enseguida consiguió una numerosa base de fans que sufrían porque alguna de las dos acabara muerta, una tendencia habitual en las series de televisión. Andras prometió a los seguidores del western que esquivarían el conocido como síndrome de la lesbiana muerta y que cuidarían la relación entre los dos personajes, y así lo han hecho.