La serie sobre el héroe americano que defendía el uso de la tortura
'24' fue muy popular pero también fue señalada para glorificar la tortura
BarcelonaCada domingo de verano, el ARA repasa alguna de las series más polémicas de la historia de la televisión. La quinta entrega corresponde a 24, la serie de acción que seguía a un agente antiterrorista
Tuvo nueve temporadas y millones de seguidores, pero también tramas bastante cuestionables. 24, la serie de acción protagonizada por el agente antiterrorista Jack Bauer (Kiefer Sutherland), fue un fenómeno con buenas dosis de polémicas y críticas. Entre sus atractivos estaba la apuesta por la narración en tiempo real –cada temporada cubría 24 horas consecutivas– y la temática terrorista, que en el momento de su estreno en noviembre del 2001, dos meses después de los atentados del 11-S en Nueva York, estaba de plena actualidad. En un período especialmente oscuro para Estados Unidos, Jack Bauer era el héroe estadounidense que luchaba contra el terrorismo que acababa de golpear al país. Sin embargo, los métodos del agente para conseguir sus objetivos abrían la puerta al debate y muchas voces expresaron su preocupación sobre los efectos de la violencia que mostraba.
Una de las principales polémicas que tuvo que afrontar la serie fue una supuesta defensa del uso de la tortura. Si en la primera temporada la violencia ejercida por Jack Bauer podía ser más o menos justificada o comprendida, en las ocho siguientes ya resultaba difícil digerir. A la hora de extraer información, el agente no tenía límite: podía ahogar, electrocutar o apuñalar a los malos. La inclusión de numerosas escenas de tortura encendió las alarmas de varias asociaciones de defensa de los derechos humanos, como Human Rights First, que alertaban de posibles conexiones entre la representación de Hollywood de los interrogatorios coercitivos y el trato que recibían detenidos reales de Estados Unidos en prisiones como Abu Ghraib o Gu.
En el 2007, cuando la serie ya iba por la sexta temporada, Tony Lagouranis, un interrogador veterano del ejército estadounidense, explicó a Reuters que, durante el tiempo que sirvió en Irak, los mandos pedían a los interrogadores que fueran "creativos". "Recibimos una orden general que básicamente decía que podías hacer lo que quisieras", señaló Lagouranis a Reuters. "Así que, a falta de entrenamiento, porque no habíamos sido entrenados para torturar, recurrimos a lo que veíamos por televisión", añadió.
Ese mismo año, Lagouranis fue uno de los tres exinterrogadores que participaron en un encuentro al que asistieron el decano de la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, representantes del grupo Human Rights First y productores y guionistas de 24. La intención de la reunión era pedir a los guionistas una representación más realista y cuidadosa de la tortura. Entre otras cosas, querían que la serie dejara constancia de que el uso de la tortura no suele tener como resultado la obtención de una información realmente fiable. "El encuentro nos abrió los ojos", aseguraba el productor ejecutivo de 24, Howard Gordon. "Realmente nunca habíamos pensado en la tortura como más que un artefacto dramático", añadió. Aun así, el productor defendía la serie y el personaje. "Nuestra opinión es que Jack Bauer duele a la gente y, tanto si tiene razón como si no, sufre. 24 es una serie de televisión con sus propios requisitos dramáticos, que son reduccionistas e irreales", argumentaba Gordon.
Islamofobia?
Más allá de la posible glorificación de la tortura, la serie fue también muy criticada por su representación de los musulmanes a partir de la cuarta temporada (emitida en el 2005), cuando los principales antagonistas eran musulmanes afiliados a un grupo terrorista turco. Durante esa temporada, el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses hizo pública una queja en la que señalaba que la representación de los musulmanes como terroristas podía "contribuir a una atmósfera en la que se conciba como correcto hacer daño y discriminar a los musulmanes".
Poco después de esta crítica, los representantes del consejo se reunieron con la Fox, cadena que emitía la serie, para acercar posiciones. Como resultado de ese encuentro, uno de los capítulos de la cuarta temporada comenzó con un anuncio de servicio público protagonizado por el propio Kiefer Sutherland. "La comunidad musulmana norteamericana se mantiene firmemente junto a sus compatriotas estadounidenses en la denuncia y resistencia a todas las formas de terrorismo. Así pues, por favor, téngalo en cuenta al mirar 24", decía el mensaje que leyó el actor.
Pese a este gesto de buena voluntad, la serie volvió a ser blanco de las críticas del Consejo de Relaciones Islámico-Estados Unidos cuando se supo que los principales antagonistas de la sexta temporada serían, de nuevo, musulmanes. Sin embargo, entonces la cadena y la producción se mostraron menos conciliadores: "Durante las últimas temporadas, los malos han incluido empresarios anglosajones en la sombra, europeos bálticos, alemanes, rusos, fundamentalistas islámicos e incluso el presidente (angloamericano) de Estados Unidos. A lo largo de la serie, ningún grupo étnico ha sido".