La indefensión aprendida o desamparo aprendido es un concepto acuñado por el psicólogo Martin Seligman, y se refiere a la situación interna que se crea cuando una persona o un animal se encuentra en una situación en la que hay dos opciones y ambas derivan en castigo: entonces aprende la sumisión. "Los catalanohablantes aprendemos la sumisión lingüística, mientras que los hablantes que tienen como lengua primera una lengua dominante no sienten el desamparo lingüístico aprendido. La sensación de incomodidad que experimentamos nosotros, los hablantes de lenguas dominantes no la tienen, y pueden ser unos aliados muy interesantes como catalanohablantes", reflexiona el psicólogo Ferran Suay, presidente de Tallers por la Llengua.
10 pasos para ayudar a quienes no hablan catalán a lanzarse a él
Mantener conversaciones bilingües y no cortarse en grupo... qué puedes hacer tú para integrar a los nuevos hablantes y mejorar la salud del catalán
BarcelonaConocer el proceso de adopción de la lengua puede servir para acompañar a los ciudadanos que quieren sumarse al catalán y, al principio, se sienten inseguros, avergonzados o intrusos. Abrirles la puerta de la lengua puede ayudar a garantizar su vitalidad y, a la vez, revertir los usos lingüísticos que la estropean. Dominar una lengua es un proceso largo y complejo que necesita que haya entorno propicio, una necesidad insoslayable y una recompensa para el hablante. Enumeramos algunos pasos para ayudar a los no catalanohablantes que conocen la lengua a dar el paso de hablarla.
Empieza en catalán
El catalán es una lengua oficial y normal en Cataluña, así que opta por empezar en catalán. Elegir la lengua en función del espacio donde te encuentres o del aspecto del interlocutor es excluyente y discriminatorio, dificultando la integración lingüística de los recién llegados. Además, es un desprecio hacia el esfuerzo que han hecho quienes sí han aprendido catalán.
No preguntes a alguien de dónde está, mujer por supuesto que es de aquí
Compartir el catalán es una manera de reconocer que el otro forma parte de tu comunidad y, por tanto, es una actitud acogedora, no de mala educación. Es necesario tener conversaciones normalizadas con gente que a priori no identificaríamos como catalanohablantes.
No abandones el catalán enseguida
Si ves que alguien se te dirige en un catalán dificultoso, mantiene la lengua y ayúdale en la medida de lo posible con gestos y repeticiones. Es imprescindible dar espacio de aprendizaje durante un tiempo prolongado. Lo que les cuesta a los nuevos hablantes es lanzarse a hablar catalán; por tanto, cuando lo han hecho, no les cortes las alas.
Las conversaciones pueden ser bilingües
Si el interlocutor te contesta en castellano pero puede seguir la conversación, sigue en catalán, porque puede tener una buena competencia pasiva. Las conversaciones bilingües no generan ningún conflicto y no sólo eso: si eliminamos las barreras ideológicas, existe un 80% de intercomprensión entre catalán y castellano.
No critiques un 'mal' catalán
Los rastros de las lenguas familiares se notan en todos los hablantes, pero esto no debe ser motivo de conversación en situaciones espontáneas. Nadie necesita ser evaluado ni cuestionado por su origen familiar cuando aprende una lengua. La catalanodiversidad es muy rica y debe reconocerse la legitimidad de todos los diferentes hablas y hablantes. Si la relación se alarga, entraremos ya en intimidades lingüísticas.
Celebra que alguien hable en catalán... con medida
Sabemos que nos hace una ilusión indecible oír a alguien nuevo que habla catalán, y hacérselo saber puede ser un aliciente para que lo mantenga. Pero también se le puede hacer reiterativo y tienes un alto riesgo de derramarla: es probable que sea tan catalán como tú.
No te cortes en grupo
Cuando participes de un nuevo entorno de amigos o un nuevo equipo deportivo, hablar catalán puede establecer las dinámicas lingüísticas en ese ámbito. Es la forma de generar espacios de uso no marcado, lugares en los que los no catalanohablantes pueden hacer el cambio al catalán y practicarlo con comodidad. Abandonar el catalán lanza el mensaje de que no es necesario y estropea el esfuerzo del interlocutor.
Siempre hay un primer catalanohablante: podrías ser tú
Para los nuevos hablantes suele haber un referente lingüístico que hace de palanca para que quien quiere hablar catalán se arroje. Muchas veces puede ser la pareja, otras puede ser una pareja lingüística, otras sencillamente pueden ser amigos o personas del entorno que siempre le hablan catalán.
No promuevas reproches o sentimiento de culpa
Todo el mundo ha tenido malas experiencias lingüísticas y provocan mucho estrés. Es importante no sentir incomodidad en las situaciones cotidianas, y por tanto hace falta asertividad pero no agresividad, ni tensión, porque tienen un efecto desincentivador. El catalán se encuentra en un momento de confusión de usos lingüísticos, y no es necesario malinterpretar acciones que pueden ser fruto del desconocimiento.
Haz explícita la situación
Hablar sobre las lenguas que utilizamos no debe ser incómodo, y hablar catalán en Cataluña aún menos, esto es un prejuicio inducido que suele inhibir el catalanohablante. Por eso es mejor hacer explícita la situación, si sentimos incomodidad, antes de cambiar de lengua partida: "¿Me entiendes, si te hablo catalán?" o "¿Te parece bien si te hablo catalán?".