Albert Jorquera: "Es normal que la mayoría de los jugadores de fútbol acaben arruinados"
El exportero del Barça se dedicó al negocio familiar de las joyas después de retirarse del deporte profesional
El exportero del Barça Albert Jorquera repasa la historia de su familia para contar sus orígenes. "Soy de Bescanó (Gironès) y toda mi familia se ha dedicado siempre a la joyería ya la compraventa de oro en Girona", narra. Nacido en 1979, vivió el negocio del oro desde pequeño en casa, una profesión que ha compaginado siempre con su carrera futbolística: “Mis dos pasiones eran las gemas y el fútbol. Jugaba en el patio de la escuela y me dijeron que lo hacía bien, que me apuntara al equipo del pueblo. Hasta que a los 14 años fiché por el Barça y entré en La Masia, pero nunca he dejado el negocio familiar a un lado y es donde trabajo ahora”.
Según detalla Jorquera, cuando se marchó a vivir a Barcelona siendo adolescente, fue cuando recibió su primer sueldo. “El Barça era el equipo de mi vida y dije que sí con mucha ilusión. Cobraba 50.000 pesetas cuando entré en el club y después fui ganando más a medida que subía de categoría, como estaba estipulado. Me pagaba los estudios y la vida en Barcelona gracias a esto. Fue mi primer trabajo”, narra. Mientras era jugador del Barça, el exportero también cursó los estudios universitarios, compaginando los entrenamientos en el Camp Nou por la mañana y las clases en la Escuela de gemología de la UB por las tardes: “En un inicio empecé ingeniería geológica y empresariales , dos carreras, pero me era inviable por el fútbol y también me fui unos años cedido fuera. Pero al volver, estudié gemología e hice la carrera entera mientras estaba en el primer equipo. No era un gran estudiante, pero me salía bien. No era el único jugador que iba a la universidad”.
Jorquera fue el tercer portero del Barça durante la época de Frank Rijkaard entre los años 2003 y 2009, e hizo su debut el 17 de enero de 2004 en un partido en el Camp Nou ante el Athletic Club. “Cinco minutos antes de debutar como titular estaba jugando a baloncesto en el vestuario, no sabía que iba a jugar. Siempre he sido muy despreocupado, supongo que la inconsciencia de estos momentos me hacía ser valiente. Era un jugador talentoso, pero el físico no me acompañaba y tuve también lesiones importantes. Estaba en el Barça como tercer portero y llevaba una vida muy normal, implicándome en mis estudios y el negocio de mi familia”, relata Jorquera.
Su etapa en el FC Barcelona terminó en el 2009, cuando fichó por el Girona FC, que en ese momento jugaba en Segunda División y que logró la permanencia in extremis al final de aquella temporada. “Fue un cambio grande porque la situación del Girona no era como la de ahora. Fue un cambio de vida, de casa, de sueldo, de categoría… de todo. Sufrí esos años y ahora lo valoro mucho, pero también me volvieron cerca de casa”, destaca el exportero.
La vida de futbolista retirado
Tras retirarse como futbolista profesional en 2010, Jorquera se ha dedicado a tiempo completo al negocio de compraventa de oro de su familia ya la gestión de una finca para eventos en la que invirtió de joven: “ Tenía mi sueldo de futbolista, una buena cantidad en ese momento, pero no como los de ahora, y buscaba una masía por Girona para poder vivir. Encontré el Castillo de San Gregorio, pero no podía comprarlo, obviamente. Con la ayuda de toda mi familia lo adquirí y ahora es uno de los negocios que gestiono”.
Más allá del castillo y el negocio familiar, Jorquera ha hecho inversiones inmobiliarias y ha continuado activo como entrenador para seguir vinculado al mundo del fútbol. El deportista considera que siempre ha sabido administrar su dinero, pero señala que no es una situación que suceda en muchos casos de otros ex jugadores: “Un jugador de primera división puede ganar mucho dinero durante diez años, pero no tanto como para no volver a trabajar nunca más. A nivel mediático genera mucha envidia, pero es normal que la mayoría de los jugadores acaben arruinados porque muchos se dedican exclusivamente al fútbol durante años, mientras otros aprenden oficios o realizan su carrera”.
En cuanto al futuro, Jorquera confiesa que no piensa demasiado a largo plazo. Mantiene el contacto con excompañeros de vestuario, está vinculado al equipo de Barça Legends con quien tiene compromisos profesionales y querría volver a entrenar. “Siento que en estos últimos años he vivido una segunda retirada futbolística, ahora como entrenador. Cada vez estoy más involucrado en mis negocios que es donde me gano la vida, pero todavía no suelo estar en un despacho”, concluye.