Xavier Pujol: "El año 2025 uno de cada cuatro coches será eléctrico"
Consejero delegado de Ficosa internacional, empresa dedicada a los componentes de la automoción
Dar la vuelta a un negocio industrial en menos de una década. Este es el reto al que se enfrentan tanto los fabricantes de coches como las empresas que realizan sus componentes. La llegada del coche conectado y eléctrico obliga a este sector a realizar un cambio de mentalidad y de producción, y pasar de piezas mecánicas a la ingeniería electrónica más sofisticada. Ficosa lleva años empezando este cambio en su planta de Viladecavalls y el acuerdo reciente con Panasonic, que desde hace diez días controla el 69% de esta empresa catalana, tiene como objetivo tomar ventaja respecto a sus competidores ~BK_SALTO_LINEA ~
¿Qué cambios evidentes veremos los usuarios en nuestros coches en los próximos años?
Nosotros estamos trabajando para cambiar cosas, como la caja de comunicaciones y, por tanto, también el navegador. Además, las partes frontales de los coches mejorarán en seguridad: los conductores recibirán información constante, visual y de sonido, de todo lo que ocurra en torno al coche. Ante él, el conductor también recibirá por pantallas todo tipo de información. También estamos trabajando en los retrovisores, que en lugar de espejos serán pantallas integradas en el frontal, y más adelante te permitirán ver también qué pasa en los asientos traseros, por si llevas niños. Son avances, sobre todo tecnológicos, muy importantes. La conectividad será una realidad en 2025 y veremos coches conectados entre sí y también con la red de infraestructuras.
¿Eso hará que plantas como la de Ficosa, en Viladecavalls, tengan que cambiar radicalmente para dejar atrás la mecánica tradicional y adentrarse en la programación y la electrónica?
¡Es que nos ha cambiado el paradigma de competidores! Con los coches conectados competimos con LG, Samsung, Continental, Bosch, Valeo, Denso… compañías de 30.000 a 70.000 millones de dólares de facturación. Nosotros hemos duplicado el esfuerzo en investigación en tres años, haciéndolo pasa de un 3% a un 6,5%, pero o nos aliábamos con un socio estratégico grande como Panasonic o sobrevivir era muy difícil. Por lo que respecta a las instalaciones, la fábrica ha ampliado con 1.000 o 2.000 metros cuadrados la parte de electrónica sobre el negocio tradicional, que de momento no decrece. De hecho, la planta de Viladecavalls nos ha quedado pequeña.
¿Y la plantilla?
Pues el cambio más importante es que en 2011 Ficosa tenía 600 ingenieros en todo el mundo, de los cuales tres de cada cuatro eran mecánicos, mientras que este año tendremos 1.200 y el 75% estarán centrados en software. ¡Imagínate qué cambio de mentalidad y de cultura empresarial! Esta transformación también nos ayuda a avanzar: estos cambios, para una empresa que tiene ya 70 años de historia, son aire nuevo.
¿Qué dificultades ha encontrado para llevar a cabo esta transformación tan rápida?
La principal es la lucha por encontrar el talento. Necesitamos contratar a otros 100 ingenieros este año. Si los encontráramos ya los habríamos contratado pero no conseguimos el número de gente que necesitamos con las exigencias que tenemos.
Hace tiempo que se habla del coche eléctrico, pero no acababa de llegar. ¿Se ha acelerado ahora este cambio?
Totalmente. Hay dos estudios que dicen que en 2025 el 25% de los coches serán eléctricos. Hay tres factores que han sido claves: el fenómeno de Tesla, que en un principio se miraba con escepticismo y ahora es un referente; el Dieselgate, que ha afectado a una de las compañías del mundo que se presentaban como más verdes; y, por último, que cuarenta grandes ciudades chinas harán una legislación para regular la entrada selectiva de los coches con combustión tradicional. China representa el 35% del mercado mundial de la automoción, lo que hará que los fabricantes se acaben adaptando. Ahora sí que debemos entender que la conectividad y el coche eléctrico han venido para quedarse.
Los coches eléctricos son mucho más caros. ¿Podremos pagarlos?
Falta volumen para que sea viable, pero el coste de las baterías, por ejemplo, ya ha bajado mucho: ha pasado de 500 euros el kilovatio a 250 euros, es decir, a la mitad. A mayor volumen y cambio tecnológico, mayor reducción de costes habrá. La entrada de Panasonic también es interesante para conseguir volumen. En esa guerra el tamaño importa.
¿Qué le queda por hacer a la industria auxiliar de la automoción?
Es necesario un giro tecnológico en las ciudades. Se podría hacer perfectamente un cluster de reconversión, tenemos compañías punteras como Seat, Abertis, entidades financieras y proveedores de primer nivel… pero faltan medios económicos, inversión.