¿Conoces a los gigantes de Barcelona?
Estos son los integrantes del séquito popular de la ciudad ahora que la fiesta mayor está a punto de empezar
"Los gigantes, los gigantes, son jóvenes eternamente", dice el poema de Joan Maragall. Sin duda, no hay ningún elemento de fiesta mayor que se mantenga tan vivo como esta tradición, que cuenta con más de 430 grupos asociados por los Países Catalanes.
Las primeras referencias documentales que se tienen de los gigantes en el mundo se vinculan a las procesiones de Corpus, específicamente a la que se celebró en 1424 en la capital catalana. Según el Libro de las solemnidades de Barcelona, consta la participación de "Lo Rey David con el Giguant".
Apenas este año se cumplen los seiscientos años de historia de esta tradición, que con el paso de los siglos ha cambiado su sentido religioso por uno más lúdico y festivo. Desde aquel primer gigante en forma de Goliat, en Barcelona ha habido mucha diversidad de gigantes, gigantes y cabezudos, aunque el rango más elevado lo ostenta el Seguici Popular. Formado por los Gigantes de la Ciudad —que junto con el Águila son la más alta representación del protocolo barcelonés—, los Cabezudos Maceros, el Bestiario histórico, los Gigantes del Pi y los de Santa María del Mar desempeñan la función simbólica y trascendente de la fiesta. También forman parte el Ball de Bastons del Seguici y, desde 2019, los Falcons de Barcelona.
Los Gigantes de Santa María del Mar
El rey Salomón (4,25 m/65 kg) y la reina de Saba (4,10 m/60 kg)
Los Gigantes del Pi
Mustafá (4,40 m / 64 kg) y Elisenda (4,30 m / 58 kg)
Los Gigantes de la Ciudad
Jaime I (4,40 m) y Violante de Hungría (3,35 m)
Los Cabezudos maceros
Conocidos también como los Capgrossos de la Ciudad, encabezan el Cortejo Popular de Barcelona, junto a los gigantes Jaume I y Violant.
Los caballitos algodoneros
1,30 m / 8 kg
Son ocho piezas de dos bandos que representan la lucha entre turcos y cristianos. Primero pertenecieron al Consejo de Barcelona y más tarde fueron cedidos al Gremi de Cotoners, de ahí su nombre.
El dragón de Ciutat Vella
2,80 m / 60 kg
Tiene una doble vertiente: participa como bestia hoguera en los espectáculos de fuego y como figura pacífica en los actos protocolarios con el Seguici Popular de Barcelona. En su faldellín luce el pendón con las aspas y la palma, los atributos de santa Eulalia, patrona de Barcelona.
La Tarasca
198 kg
Bestia con cabeza de felino humanizado y cuerpo de tortuga. Tiene una doble función: echar fuego a los correfocs y espectáculos pirotécnicos y arrojar agua y caramelos a los pasacalles y actos protocolarios.
La mulaza
2,30 m / 57 kg
La historia de la fiera se remonta a 1568. Puede ser una fiera de fuego que arroja chispas de cuatro puntos de la boca o actuar en los actos protocolarios, cuando lleva un ramo de flores en la boca o en el cuello.
La Vibria
1,80 m / 47 kg
Es un dragón con senos de mujer, cola de serpiente y alas de murciélago que representa el mal y la alevosía.
El León
2,5 m / 45 kg
La figura coronada del León barcelonés está documentada desde 1424 y era propiedad del Gremi de Blanquers. Originalmente representaba a san Marcos y salía a la procesión de Corpus.
El águila
2,7 m / 45 kg
Junto a los Gigantes de la Ciudad, es la máxima representante protocolaria de Barcelona. Desde 1993 forma parte del Cortejo Popular de Barcelona, y todavía hoy encabeza el bestiario, junto al León de la ciudad.
El Toro
2,0 m / 40 kg
Como el León y el Águila, en sus orígenes representaba al evangelista san Lucas. Es un personaje dócil y tranquilo que podemos encontrar tanto en actos protocolarios con el Seguici barcelonés como en correfocs sacando fuego por los cuernos.