Coronación en Dinamarca: un beso para acallar los rumores de infidelidad

BarcelonaDinamarca se adornó con las mejores galas para celebrar este domingo la coronación del nuevo rey de Dinamarca, Frederic X, que toma el relevo de los 52 años de reinado de Margarita II, que anunció por sorpresa su abdicación durante el discurso de Fin de Año. Para celebrar el cambio de rey, no faltó nada. Fue una coronación elegante, pero lejos de la pompa real británica, que hasta ese fin de semana era el último cambio de corona en Europa. El relevo generacional llega en un momento bastante movido para la monarquía danesa, con rumores de dificultades matrimoniales entre el ya rey Federico X y su esposa, Mary Donaldson. En la escenificación del inicio del nuevo reinado se quiso dejar claro que no existe ninguna crisis entre el nuevo monarca y la reina consorte.

Si en octubre Copenhague reunía a príncipes y jóvenes herederos para celebrar la mayoría de edad del príncipe Christian, días después fue su padre y actual rey quien despertaba el interés de la prensa. A principios de noviembre la revista Lecturas difundió unas imágenes de los tres días que Federico estuvo en Madrid de viaje personal con Genoveva Casanova, expareja de Cayetano Martínez de Irujo. Las fotografías hicieron saltar las alarmas de una supuesta infidelidad.

Después de toda una vida asegurando que nunca abandonaría el cargo por voluntad propia, el 14 de enero la reina Margarida firmó la abdicación a favor de su hijo, Frederic X. Este fue el primer paso de una lista de actos que han servido para celebrar la llegada al trono del nuevo rey. La mañana del domingo, miles de personas se reunieron frente al palacio de Christiansborg para ver la llegada de la familia real y el posterior saludo del nuevo rey al balcón.

Los asistentes se encontraron con la recepción oficial de la guardia danesa, conocida en todas partes por los distintivos abrigos rojos, los altos sombreros de pelo de hueso y los botones de latón, que guarda un gran parecido con la guardia británica. Y no es casualidad. La historia compartida entre británicos y daneses se remonta al siglo XVII, cuando ambos países formaron la alianza estratégica del Tratado de Westminster. A raíz de la estrecha relación entre las dos monarquías, la corona británica se inspiró en los guardias daneses en señal de entendimiento.

Después de hacerse esperar, Frederic y Mary llegaron dentro de un coche clásico, igual que los cuatro hijos de la pareja. La única que no llegó a Christiansborg de forma motorizada fue la reina Margarita II, que optó por el carruaje de mayor valor de la Corona, que data de finales del siglo XIX.

Fueron miles de personas las que se congregaron frente al palacio real del centro de Copenhague. Pequeños y mayores aguantaron el frío invernal de la capital danesa para ver llegar a la familia real. Algunos fueron disfrazados de rey y con banderitas del país. Además, la ciudad hace días que se adorna con motivo de la coronación y de las celebraciones posteriores, que durarán hasta el martes.

Mientras fuera del palacio había un gran batiburrillo de gente, dentro de Margarita II firmaba la abdicación el mismo día que se cumplían sus 52 años de reinado. A continuación Frederic firmaba los documentos prometiendo acatar las nuevas obligaciones como rey. Lo hicieron en un consejo de estado acompañado de los altos cargos políticos del país, también de Christian, su hijo y ahora también príncipe de Dinamarca.

La presencia de Christian es relevante para la Corona danesa, que, al igual que otras monarquías europeas, ve a los jóvenes herederos como figuras modernizadoras de una de las instituciones más antiguas de la historia.

Con el trabajo terminado, Frederic X, su mujer y sus cuatro hijos salieron al balcón del palacio de Christiansborg a saludar a los ciudadanos que llevaban horas esperando en la plaza para ver a sus representantes reales. También estaba la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que dio la bienvenida al nuevo rey.

Uno de los momentos que levantaron mayor expectación fue cuando la primera ministra y los cuatro hijos de la pareja real se retiraron del balcón y dejaron solos a los nuevos reyes. En una de las escenas más significativas del día, la pareja exhibió una actitud que se alejaba del distanciamiento de los últimos meses, provocado por la publicación de las fotos de Lecturas. Pese a las sonrisas de ambos, la escena en el balcón no fue del todo natural. Frederic se dirige a su mujer, pero justo en ese momento Mary mira al interior del palacio y esquiva, ante miles de personas, lo que pudo ser un beso. Entonces Federico retrocede como si nada hubiera pasado y ella se mantiene inclinada hacia el lado opuesto del nuevo rey. Luego, sin embargo, el hijo de Margarita da un ligero tirón en la mano del de su mujer y, entonces sí, la pareja se besa.

El primer acto como reyes

Este lunes, los reyes y el nuevo príncipe han estrenado su cargo durante el pleno del Folketingsalen, el Parlamento danés. A la ceremonia también asistieron el príncipe Joaquín, hermano de Federico, y Benedicta, hermana de la emérita. Joaquín ha asistido solo a la proclamación de su hermano, ya que su mujer, Marie, ha preferido quedarse en Washington con sus hijos.

Hasta ahora, Margarita II era el miembro de la monarquía danesa más popular. En un sondeo publicado el 18 de diciembre, los daneses escogieron a la reina como la miembro de la familia real preferida en un 38%; detrás estaba su hijo, con un 29% de los votos, seguido de su mujer, con un 15%.