Así es como debemos evitar caer en la cada vez más habitual estafa del retrovisor
Cuidado si nos rompen un retrovisor y nos dejan una nota en el parabrisas con un número de teléfono, podría ser un intento de estafa
Hace unas semanas hablábamos en elAhora Motor de un tipo de estafa llamada smishing en la que los ciberdelincuentes envían mensajes de texto a usuarios simulando ser de una entidad de la que son clientes para obtener información privada o, directamente, conseguir dinero. Pues bien, tratamos hoy otro tipo de estafa igual de sofisticada y que, además, incluye un perjuicio real para el vehículo de la posible víctima.
Se llama "estafa del retrovisor" porque los delincuentes rompen un retrovisor exterior de un vehículo y dejan una nota de disculpa en el parabrisas. Lo que para cualquier persona normal podría ser un acto de buena fe (has causado un daño a un vehículo tercero y dejas a la persona afectada tus datos para tratar de resolver el problema mediante el seguro del vehículo) realmente esconde un intento de estafa que se inicia en cuanto llamemos al número que aparece en la nota.
Quien responde la llamada no es la aseguradora, sino un estafador
Lo normal cuando alguien llega a su vehículo y ve que el retrovisor está roto y que alguien ha dejado una nota en el parabrisas con un número de teléfono es llamar para tratar de reparar los desperfectos. Pero en este tipo de estafa lo que se esconde detrás de ese número de teléfono no es el individuo que supuestamente ha roto el retrovisor, sino un estafador que se hará pasar por la compañía de seguros. La conversación inicial no debería levantar ningún tipo de sospecha, puesto que sólo se pedirán los datos personales necesarios para poder abrir un expediente que, en teoría, debería servir para reparar el vehículo.
El problema llega cuando desde esta supuesta compañía de seguros se envía un mensaje que contiene un enlace para, en teoría, continuar con la tramitación de la reparación. Y es que este enlace lleva a una página diseñada por los estafadores para conseguir datos personales sensibles, como por ejemplo contraseñas y datos bancarios, que posteriormente pueden utilizarse para vaciar la cuenta corriente de la víctima.
Otra modalidad de estafa, aunque bastante similar, es la que instala en el dispositivo del afectado un programa que permite a los estafadores poder ver en todo momento la pantalla del móvil, consiguiendo así acceder a información personal delicada como por ejemplo, de nuevo, contraseñas y datos bancarios. Sea como fuere, es un intento de estafa.
Sin embargo, es relativamente fácil evitar caer en la estafa del retrovisor
Si hemos caído en la trampa, evidentemente lo que deberemos hacer será denunciar a la policía lo que ha sucedido, aunque en este caso evitar caer es bastante más fácil que en otros tipos de estafas. Si alguien nos rompe un retrovisor y nos deja una nota en el parabrisas con un teléfono, de entrada podríamos tratar de hablar directamente con el conductor, y no con la supuesta aseguradora. Si esto no fuera posible, simplemente deberíamos pedir todos los datos de identificación al agente de seguros con los que supuestamente estemos hablando, y antes de dar cualquier tipo de dato personal deberíamos realizar una llamada a esta compañía para asegurarnos que con quien hemos hablado es realmente un trabajador de la empresa y no un timador.
Si desde la compañía no saben nada, automáticamente debemos bloquear el número al que hemos llamado previamente, evitar acceder a cualquier enlace y denunciar el intento de estafa. En este caso habremos evitado caer en un engaño, pero desgraciadamente continuaremos con el retrovisor roto y la reparación deberemos pagarlo nosotros o, en caso de tener una póliza a todo riesgo, nuestra compañía de seguros.