¿Quién quiere sacar provecho político de la tragedia?
Aunque la prioridad absoluta ahora mismo debe ser ayudar a las víctimas de la DANA y empezar las tareas de reconstrucción de la zona afectada, el ruido político no ha dejado de acompañar a la crisis casi desde el principio. Este lunes han sido muy visibles los intentos de Carlos Mazón de exculparse por no haber avisado antes a la población señalando a la Confederación Hidrográfica del Júcar, que depende del gobierno español, aunque la competencia de Protección Civil es exclusiva de la Generalitat. En paralelo, y de forma más bien contradictoria, Alberto Núñez Feijóo volvió a reclamar a Pedro Sánchez que active la situación de emergencia nacional, aunque ello comportaría apartar a Mazón de la dirección de la emergencia, que pasaría a estar gestionada por el ministro Marlaska. Sea como fuere, mientras el PP y el PSOE siguen asombrándose, hay un tercer actor que está sacando provecho de la deficiente gestión de la emergencia y la tardanza en la llegada de los medios: la extrema derecha.
La campaña en las redes de la extrema derecha contra Pedro Sánchez ha logrado dar la vuelta a la tortilla de forma sorprendente, y ahora ya no es en Mazón a quien se señala, sino al presidente español. La Comunidad Valenciana se ha convertido estos días en un auténtico laboratorio de los ultras, y ahí están ensayando técnicas que ya les han funcionado en otros países. En realidad, lo dijo el propio Felipe VI a la gente que le increpaba: "No haga caso a todo lo que se publica, hay mucha gente interesada en que haya caos". En efecto, la extrema derecha está utilizando la sensación de abandono de los ciudadanos afectados, completamente justificada, para presentarse ante la población como solución a todos los males. Se trata de deslegitimar el sistema y provocar el caos por aparecer como salvadores de la patria. Las estrategias que utilizan también son conocidas: fake news, como decir que la culpa es de los ecologistas o de haber destruido los pantanos de Franco, publicitar sus "acciones de solidaridad" con los afectados, trasladar todo su star system en Valencia, etc. Cualquiera de nosotros puede, sólo echando un vistazo a las redes, ver su capacidad de penetración, también entre los más jóvenes.
Sin embargo, resultaría lamentable que quien saliera beneficiado de esta crisis fuera la extrema derecha, porque sus recetas son exactamente las contrarias a las que se necesitan para luchar contra fenómenos como la DANA. Vox y sus satélites niegan el cambio climático, son partidarios de levantar las limitaciones de construcción en zonas inundables y por lo general de recortar toda la administración. No en vano, la primera decisión del gobierno Mazón fue desmontar a la Agencia Valenciana de Emergencias, una entidad pensada para coordinar todos los organismos existentes. Lo que se necesita es justo lo contrario de lo que predica la extrema derecha: una mejor planificación del territorio, con unos planes de inundabilidad, un urbanismo y unas infraestructuras hidráulicas puestas al día y un reforzamiento de los servicios de emergencia y de aviso en la población.