¿Una nueva pinza Putin-Trump?

El presidente ruso, Vladimir Putin, poniendo una medalla durante la ceremonia de concesión de las medallas de la Estrella de Oro de los Héroes de Rusia.
17/12/2025
2 min

El presidente ruso, Vladimir Putin, no deja margen a esperanza alguna de una paz realmente negociada. Cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, le halaga y le compra el argumentario, se muestra conciliador. Cuando ve que Ucrania logra acercar posiciones entre Europa y Estados Unidos, no disimula su enfado y responde agresivamente. Esto es lo que ha pasado este miércoles. Las cesiones de Kiiv en el sentido de renunciar a entrar en la OTAN a cambio de otras garantías de seguridad le han sacado de quicio. Putin quiere consolidar sus conquistas en Ucrania y quiere que el país quede bajo su control, sin una almohada militar y política occidental. Su respuesta ha sido dura.

Por un lado, ha calificado a los líderes europeos de "cerditos", y por otro, ha amenazado con más guerra. De hecho, ha dicho que tal y como están las cosas duda de que en 2026 se pueda llegar a ningún acuerdo. Según el Kremlin, la OTAN, tal y como ha hecho explícito su secretario general, Mark Rutte, ha comenzado a acelerar los preparativos para un enfrentamiento contra Moscú a principios de la década de 2030, lo que "crea las condiciones reales para la continuación de las acciones militares hasta 2026: no estamos amena, no estamos amena, no estamos en. La hipotética paz se aleja. El escepticismo fatigado de los ucranianos está perfectamente justificado.

En concreto, y según Putin,los líderes europeos están disparando expresamente "el nivel de histeria" de su población."Les están lavando el cerebro con miedos imaginarios sobre un inevitable choque con Rusia, diciéndoles que deben prepararse para una guerra importante. Esto es una mentira, una pura tontería". ¿Cimplería? Tampoco parecía posible que volviera la guerra al corazón de Europa con una invasión rusa, de la que pronto cumplirá cuatro años. El expansionismo y el militarismo de Moscú son una realidad. La guerra la comenzó Putin, que quería una acción rápida para establecer un gobierno títere en Kiiv. Pero no le salió bien. Y ahora necesita un final que parezca una victoria y no muestra ninguna disposición a una auténtica negociación de paz. Calificó a los líderes europeos de "cerdos", se volvió a hacer la víctima y volvió a esgrimir agravios históricos, amenazó con conquistar los "territorios históricos rusos" que controla Ucrania y, además, advirtió de que de forma inminente pondrá en alerta de combate al misil hipersónico. Este misil tiene un alcance de miles de kilómetros de distancia, es capaz de llegar a cualquier punto de la Unión Europea, puede transportar cabezas nucleares y se utilizó por primera vez en Ucrania a finales del 2024.

de ultraderecha que le pueden ser más proclives. Un deseo en el que, paradójicamente (o no tanto), coincide con Trump. Dice que quiere la paz con Ucrania, pero sin prisas: "Si no con los políticos actuales, en el momento en que las élites políticas de Europa sean sustituidas". ¿Una nueva pinza Putin-Trump?

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