La ecoedición, la edición sostenible
La ecoedición es una práctica innovadora que se basa en el cálculo, minimización y comunicación del impacto ambiental de los libros que se editan en papel
Cualquier acción que realicemos en nuestro día a día deja una huella ecológica, más o menos intensa. A veces, también en acciones pequeñas, como abrir un libro. En este caso, la huella ha dejado marca antes de leer las primeras líneas, ya que editar e imprimir un libro comporta todo un proceso que, según se haga, generará más o menos contaminación o desgaste ambiental. En este sentido, el mundo editorial está dando pasos para contribuir a la sostenibilidad a través de la ecoedición.
La ecoedición consiste en calcular, minimizar y comunicar el impacto ambiental de los libros. "Nosotros pensamos que el libro verde no existe, porque es un producto que surge a partir de un proceso industrial, el de la impresión, pero también pensamos que debe ser lo menos impactante posible", explica Laia Figueras, directora del Instituto de Ecoedición de Cataluña, entidad que otorga el Certificado de Libro Ecoeditado.
Entre todos los impactos, hay tres que el Instituto de la Ecoedición tiene en cuenta especialmente a la hora de otorgar este sello. El primero, si el papel es certificado FSC o reciclado. "El 99% de la materia prima del libro es el papel. Por tanto, cualquier decisión que influya en su elección es la más importante. Se apunta que las tintas vegetales son mucho mejores que las minerales, y es así porque son menos impactantes, pero en cuanto al porcentaje del ciclo de vida del libro, su elección no afecta tanto como lo hace la del papel", especifica Figueras. De hecho, por el momento, la elección de tintas no es un requisito indispensable para obtener este certificado.
El segundo criterio es la impresión, ya que el sello del Instituto debe poder certificar que ese libro ha sido impreso localmente, es decir, en su lugar de distribución. "Tenemos calculado que imprimir, por ejemplo, en China o en la Europa del Este puede llegar a multiplicar por 800 la huella ambiental del libro en cuestión". Y el tercer requisito que se pide es que el libro lleve su mochila ecológica. "En nuestro caso, lo obtenemos a partir de la calculadora ambiental bookDAPer, que analiza el impacto ambiental del libro a partir de cinco criterios: las emisiones de carbono, el consumo de agua, el residuo general, las materias primas consumidas y el consumo energético". Esta calculadora ambiental permite tomar las mejores decisiones para reducir el impacto ambiental del libro y promover prácticas más sostenibles.
El Instituto de Ecoedición de Cataluña se creó en 2012 y está formado por socios de servicios –Polen Edicions y Editorial Comanegra– y socios colaboradores que se benefician de la certificación y de los servicios que ofrece, como ahora investigar, consensuar, asesorar, verificar y difundir esta forma de publicar libros. Y, de la mano del Centro Tecnológico Leitat, llevan doce años investigando sobre la ecoedición. "La gran mayoría de editoriales que apuestan por la ecoedición son pequeñas o medianas. Recientemente, también se ha sumado Penguin Random House, una editorial grande que apuesta por la reducción del impacto ambiental. De hecho, ahora estamos adaptando la bookDAPer para poder absorber su producción y realizar estos cálculos ambientales de manera más automatizada.
En el caso de las editoriales que se sumaron al proyecto del Institut d'Ecoedició de Catalunya, está Pol·len Edicions, que nació como sello editorial de la imprenta El Tinter. "Fue la que empezó con la preocupación ambiental en las artes gráficas. La imprenta necesitaba experimentar la reducción de los impactos ambientales y creó Polen Edicions como laboratorio. Nuestro primer libro fueLos secretos de la ecoedición", explica Jordi Panyella, editor en Pol·len Edicions.
Panyella recuerda que Polen ya nació con este sistema de cálculo y minimización de los impactos como manera de trabajar, aunque la imprenta tuvo que cambiar algunos procesos. "Dado que se querían reducir los impactos y eso quiere decir, en parte, reducir los consumos, se generó un ahorro económico muy interesante", señala, Panyella también apunta que, desde su punto de vista, no entienden. ninguna empresa, colectivo o entidad que no incorpore su balance ambiental en su labor, y subraya la necesidad de apostar más de acuerdo con dos premisas "La primera es que la ecoedición debe servir como espacio de encuentro de prácticas de minimización, y la segunda es que todo el ecosistema del libro debe participar. La responsabilidad primordial es de las editoriales y de las imprentas, que somos las que decidimos qué y cómo se imprime".