El empresario que vendió su zumo de manzana en Coca-Cola
Mundet se convirtió en una de las principales fortunas de México gracias a la conocida bebida que lleva su nombre
A principios de los ochenta, la ronda de Dalt de Barcelona a la altura del Vall d'Hebron no era sino el cauce de un río sin agua donde algunos barceloneses aprovechaban el espacio baldío para lavar el coche o dar unos toques de pelota. Cerca de allí, en un lugar llamado Hogares Mundet, muchos ciudadanos se reunían a practicar deporte el fin de semana, en una ciudad preolímpica muy faltada de instalaciones deportivas. Seguro que pocos de los que iban se preguntaban por la razón de un nombre tan curioso para un espacio deportivo al pie de Collserola. Hoy, los Hogares Mundet ya no reciben la muchedumbre de visitas de otros tiempos, pero su origen sigue siendo poco conocido para la mayoría.
Podríamos decir que todo empezó en 1954 cuando estos hogares de beneficencia fueron bautizados con el apellido Mundet, pero en realidad la semilla de todo era muy anterior, de mediados del siglo XIX, y no en Barcelona , sino en el Empordà. Hacia 1865 el ampurdanés Llorenç Mundet ya era un productor de corcho consolidado. Tanto, de hecho, que apostó por internacionalizar el negocio: a caballo del cambio de siglo, el hijo mayor se fue a Norteamérica y montó fábricas en Nueva York y Canadá, mientras que el pequeño, Artur, emigró a México, donde levantó también una factoría.
Los negocios americanos fueron tan bien que Artur Mundet se estableció definitivamente en México y aprovechó los réditos del corcho para entrar progresivamente en otras actividades. De los tapones de corcho pasó a los conglomerados, un producto de mayor nivel, y de ahí a un invento que le proporcionaría fortuna y que tenía el curioso nombre de corcholata o, en otras palabras, el clásico tapón metálico con revestimiento interior de corcho. Y el último paso, de fabricar tapones y envases a producir su contenido, porque los grandes márgenes que dejaban las bebidas refrescantes en aquellos años diez del siglo XX hacían que la producción de bebidas fuera un negocio muy atractivo. Hacia 1915 Artur Mundet empezó a comercializar su famoso Sidral Mundet -un zumo de manzana-, que con los años se convertiría casi en la bebida nacional de México y le haría entrar de pleno derecho entre las grandes fortunas del país.
Y, en medio de esta explosión de éxito y dinero, volvemos al principio. Fue en 1954 cuando la Diputación de Barcelona, en pleno franquismo, quiso trasladar los servicios de la Casa de la Caridad del Raval (hoy el CCCB) a unas nuevas instalaciones al pie de la montaña, en la zona virgen de la Vall d'Hebron, pero no había dinero suficiente en caja. Las carencias pecuniarias llegaron hasta Mundet y su esposa -Anna Gironella Llobet- al otro lado del mundo, y no dudaron en extender un cheque por cuarenta millones de pesetas (240.000 euros) para solucionar las estrecheces, que serían ingresadas en diez tongadas de cuatro millones cada una en la oficina de Via Laietana del Banco Mercantil e Industrial. En agradecimiento, las instituciones bautizaron a todo el complejo como Hogares Mundet. En tierras ampurdanesas se encuentra la Hermandad Arturo Mundet, una entidad benéfica nacida en 1934, que se dedica a actividades de apoyo a la cultura. Éstas no fueron ni mucho menos las únicas obras benéficas de la pareja, porque en México son abundantes sus donaciones para mejorar las condiciones de vida de las personas vulnerables, como los asilos García Torres y la Casa Arturo Mundet.
Pero, ¿qué se ha hecho del Sidral Mundet? Lejos de perder pistonada y desaparecer, como ocurre a menudo con las bebidas de carácter local, en el 2002 la marca fue adquirida por la multinacional Coca-Cola, que hoy es su propietaria y productora. Las relaciones entre los Mundet y la célebre bebida de burbujas vienen de muy lejos, porque otra de las iniciativas del emprendedor catalán fue conseguir, en 1929, la distribución de Coca-Cola en México cuando en el país este refresco todavía era desconocido.
En 1965, en el momento de su muerte, Mundet se había consolidado como una de las principales y más conocidas fortunas de México.