Escapadas de proximidad en Semana Santa
La Semana Santa es para muchos el primer 'break' desde que dejamos atrás las fiestas navideñas. Quien más quien menos tiene cuatro días libres seguidos; los más afortunados quizás más. Es el momento para que unos y otros aprovechen para explorar aquellas tradiciones que tienen lugar en nuestro país durante estas fechas. Bendición de ramos, procesiones, pasiones, danzas de la muerte y caramelles se suceden en toda la geografía catalana, donde miles de ahijados e hijuelas esperan las monas de Pascua de los padrinos, otra tradición que perdura año a año en los hogares catalanes.

Ocho días que van desde el Domingo de Ramos hasta el Lunes de Pascua, en los que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y que, en nuestro país, este año tendrán lugar del 13 al 21 de abril. El marcado carácter religioso de la Semana Santa no quita que sea un período en el que muchos catalanes y catalanas aprovechen la parada laboral de cuatro días con la que cuenta una parte significativa de la población -del Viernes Santo hasta el Lunes de Pascua- para realizar alguna escapada de proximidad. Y es que las fechas este año se enmarcan ya en medio de la primavera, por lo que el tiempo será mucho más afable y, quién sabe, este año quizás nos libremos de las temidas lluvias que suelen aparecer coincidiendo con la conmemoración de uno de los capítulos más emblemáticos de la religión cristiana.

Tanto sí como no, la directora general de Turismo de la Generalidad de Cataluña, Cristina Lagé, señala que la Semana Santa es una época que invita a viajar por varias razones. Por un lado, apunta, "permite aprovechar varios días festivos seguidos, lo que facilita las escapadas sin tener que gastar muchos días de vacaciones". Por otro, como ya avanzábamos, "coincide con el comienzo de la primavera, cuando los días se alargan y el clima es más suave, lo que anima a hacer planes al aire libre". También hay que tener en cuenta, señala Laigé, que tras el parón de Navidad "muchos tienen ganas de hacer una pausa y desconectar de la rutina". En este sentido, "la Semana Santa se convierte en la primera gran oportunidad del año para reanudar los viajes de ocio". Y lo hace en un momento en el que la oferta turística "se reactiva y los precios son aún más accesibles que en plena temporada de verano". Todo ello, sentencia la directora general de Turismo, contribuye a hacer de estos días "un momento idóneo para una escapada, esté cerca de casa o destinos más lejanos".
Clave para desestacionalizar la demanda
El sector turístico lleva años trabajando para alargar la temporada más allá de los meses de verano y la Semana Santa, apunta Laigé, "es clave en esta estrategia". Tradicionalmente, señala, "ha marcado el inicio de la actividad turística en muchos destinos, especialmente en la costa, pero cada vez más se aprovecha para reforzar el turismo en el interior y en la montaña". Y es que, destaca, "en Catalunya tenemos claro que el futuro del turismo implica desestacionalizar, desconcentrar y diversificar la oferta" y, estos días de Semana Santa todavía hay actividad en las pistas de esquí, pero al mismo tiempo empieza a crecer el empleo en los destinos de costa y en los entornos rurales. Esto, en palabras de Laigé, "permite repartir mejor los flujos de visitantes y evitar las grandes aglomeraciones del verano".
Los datos muestran que cada vez más gente opta por viajar fuera de las temporadas tradicionales y eso, reconoce la directora general de Turismo, "nos alienta a seguir impulsando una oferta turística que se mantenga viva durante todo el año". Cataluña, por su diversidad de paisajes y experiencias, tiene la capacidad de atraer visitantes en cualquier época "y la Semana Santa es un buen ejemplo".
Procesiones y caramelles
La Semana Santa también se convierte en una magnífica oportunidad para conocer de cerca algunas tradiciones arraigadas en el país y que quizás muchos catalanes no conocen, como las procesiones silenciosas de Badalona -que se remonta al siglo XVII y se considera la más antigua de Cataluña-, Reus y Lleida, o el vía crucis viviente de Sant Hilari Sacalm. Cristina Laigé apunta que estos días son, "sin duda", una gran oportunidad para descubrir celebraciones que forman parte del patrimonio cultural catalán y que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas para una parte de la población.
La directora general de Turismo de la Generalidad de Cataluña se refiere explícitamente a las procesiones, "un elemento destacado", con ejemplos emblemáticos como la del Santo Entierro en Barcelona y la del Silencio en Tarragona, "donde los participantes, vestidos de negro y trayendo cruces, crean una atmósfera única". También son muy reconocidas, añade, las pasiones de Esparreguera y Olesa de Montserrat, "que se viven con gran intensidad y cuentan con la implicación de cientos de personas". Otra tradición singular a su juicio es la Danza de la Muerte en Verges, una representación medieval cargada de simbolismo que atrae a visitantes de todo el país. "Y, por supuesto -concluye Laigé-, no podemos olvidar las carámbanas, los cantos populares que anuncian la Pascua en muchos pueblos de Catalunya, o la celebración del Domingo de Ramos, con la bendición de palmas y ramos de olivo, que todavía hoy mantiene mucha popularidad".
- Ruedas<p>Descubrir una de las principales islas del Dodecanés. Su puerto fue protegido por la colosal escultura del dios Helios, que desgraciadamente desapareció en un terremoto. Siete días para conocer la historia, la riqueza arquitectónica y la belleza de la isla y realizar un <em>city break</em> en la capital griega, Atenas, para visitar la Acrópolis, el cabo Súnion y el Museo Arqueológico.</p>
- Eslovenia<p>Un destino para poder disfrutar de la montaña. Una escapada de cinco días para conocer al país más joven de los Alpes. Entrar en las cuevas de Skocjan (Unesco), subir en teleférico al monte Vogel, navegar por las aguas del lago Bohinj, pasear por la bonita población de Bled y descubrir la capital del país, Liubliana.</p>
- Túnez<p>La joya del Magreb. Diez días combinando historia, cultura y paisajes impresionantes. Conocer los restos arqueológicos de Cartago, Sbeitla y Dougga, recorrer con vehículos 4x4 la garganta de Midas, ver las casas trogloditas de Matmata, dormir en la isla de las mil y una noches de Djerba y descubrir Susa, la perla del litoral.</p>