El festival que te descubre que tus humoristas hablan catalán
El Cruïlla tendrá una nueva división con una agencia de cómics, una productora, un festival y una cita semanal en El Molino
Barcelona"¿Cómo puede que no haya una industria de comedia fuerte en Catalunya si en todo el mundo, en multitud de lenguas, se graban especiales de comedia?", se preguntaban el guionista Oriol de Balanzó y el director del festival musical Cruïlla, Jordi Herreruela. De esta "anomalía de país", del buen momento de la escena delstand-upcomedy local y de la experiencia de hacer humor dentro del Cruïlla salió el festival Cruïlla Comèdia, que esta semana celebra su segunda edición en seis locales del Paral·lel, con epicentro en El Molino –un espacio que desde este octubre gestiona Barcelona Eventos Musicales (BEM), la empresa de Herreruela.
Una de las singularidades del festival es que invita a los cómics que habitualmente hacen humor en castellano pero hablan catalán a hacer el espectáculo en esta lengua. En esta edición hay dos muestras: Yunez Chaib hará su hora por primera vez en mallorquín y Facu Díaz y Xavi Daura harán su primer show especial conjunto en catalán, titulado Crema catalana. Es un cambio de lengua que también han hecho cómics como Andrés Fajngold, Andrea Farina y Raquel Hervás. "La intención es normalizar una lengua normal pero minorizada en algo que le gusta a todo el mundo, que es reír. Y además no nos cuesta nada, la respuesta inmediata es que sí", remarca De Balanzó, guionista de La competencia y director del festival, con la codirección artística de Oye Sherman y Manel Vidal.
Hilaria, el nuevo sello de la comedia
El festival reunirá a cerca de una treintena de humoristas en nueve espectáculos, del miércoles 13 al domingo 17, entre ellos el debut como monologuista del actor Roger Coma (No debería hacerlo) y uno roast a David Fernández en el que Oye Sherman, Andrés Fajngold, Albert Botran, Indigo Carvajal (Indicativo) y Manel Vidal lanzarán insultos contra el político, con Joel Díaz de cocinero del asado. La jornada inaugural también contará con una ronda de humoristas (Irene Minovas, Enzo Vizcaíno, Andrea Farina, Març Llinàs y Godai Garcia) que servirá para presentar Hilària Club de Comedia, el espectáculo con varios cómics que se hará cada miércoles en El Molino.
Hilària es el nombre de la nueva empresa de BEM, que se independiza del Cruïlla para crecer. Tendrá cuatro patas: será una agencia de representación de humoristas (por ahora, una docena de artistas, de Òscar Andreu a Oye Sherman), una productora de especiales de comedia (lo primero que han lanzado es Alta flipamenta, de Marc Sarrats, que está en el 3Cat), programarán humoristas nacionales e internacionales (Atsuko Okatsuka el 16 de febrero y Russell Howard el 8 de abril) y, además, ofrecerán un espectáculo de humor cada miércoles por la noche en El Molino, un espacio con mesas y copas para 200 personas. "Como hacemos en el festival, el catalán será nuestro idioma vehicular y nuestra prioridad, pero nos interesa sobre todo tener comedia de calidad, y tendremos otros idiomas", explica De Balanzó, director de Hilaria.
Décadas de retraso
Hilaria quiere rentabilizar el buen momento de la escena cómica de Barcelona. No hace ni una década que nació l'stand-up comedy en catalán gracias a varios espacios de micros abiertos, con poco alboroto mediático hasta que llegó el fenómeno deEl Sótano, que cerró en verano después de seis años. "Son ellos los que se han currado la comedia desde la base, ha ido creciendo y ha dado algo esencial, que es que haya estrellas delstand-up catalanas", dice De Balanzó, citando los nombres de Josep Català y Tomàs Fuentes como impulsores de la escena. Por eso se incluyen dentro del Cruïlla Comèdia los cinco mejores micros abiertos de la ciudad, los días 14, 15 y 16 de noviembre en los bares Calders, Imprfcto y Rouge Cocktail Bar.
"En Catalunya vamos setenta años tarde. En el resto del mundo tienen cuatro generaciones como referentes, desde los años 50, cuando los cómics empiezan a escribir sus propios textos. En el mismo momento que los intérpretes de música popular como Dylan y los Beatles escriben sus canciones, también una ola de cómics como Joan Rivers, Lenny Bruce y Mort Sahl comienzan a escribir sus textos con una mirada que interpela a la gente sobre los problemas que les pasan. Capri, Mary Santpere, Pepe Rubianes y Andreu Buenafuente, que empieza en la radio y en la televisión y se salta a los monólogos en directo: no tenemos más referentes", señala De Balanzó. Lo diferencial catalán es que el humor, en vez de empezar en los teatros y ser un monólogo en primera persona, ha salido directamente a la televisión y la radio y, a menudo, mediatizado a través de personajes.
Parece que, finalmente, la normalización llega a la escena de la comedia en catalán. Por fin hay monologuistas que abocan su estilo y mirada en primera persona sobre la política, la precariedad, el feminismo, la lengua, etcétera, y encuentran un público en los teatros. Alerta, porque ahora lo problema serán los sold outs.