La hermana de una víctima de violencia machista: "Denunciad, mirad qué pasa por pensar que a mí no me pasará nada"

BarcelonaHa sido uno de los veranos más trágicos. En España, entre julio y agosto, 19 mujeres han sido asesinadas, la mitad de las 40 que se ha cobrado la violencia machista este año. Los datos confirman el factor de riesgo durante las vacaciones, cuando hay mayor convivencia entre víctima y maltratador. Una de las últimas víctimas fue la Raquel (no ha trascendido su apellido), de 58 años, a quien su exmarido, un policía jubilado de 70 años, mató a tiros, el pasado 30 de agosto en presencia de uno de sus hijos. Con el dolor y la rabia bien vivos, la hermana de Raquel ha puesto voz a una de las causas que explican por qué, pese a las campañas y las leyes, el 70% de las mujeres no denuncian: "Mira qué pasa por pensar que a mí no me va a pasar nada", ha dicho durante el minuto de silencio en memoria de la mujer que se ha celebrado este jueves por la noche. Es esta falta de percepción de peligro, la creencia de que el hombre con el que se comparte o se ha compartido la vida no será capaz de hacer daño o no pasará de las agresiones verbales, uno de los motivos que las expertas señalan como un freno aflorar más casos de violencia.

Raquel, según cuentan sus amigas, se sentía sitiada por su marido, de 70 años, desde que se separaron, pero a pesar de todo minimizaba el sufrimiento. Ni en la policía ni en los juzgados consta ninguna denuncia entre la pareja, que había estado casada durante 12 años. "Me decía «No, a mí no me hará nada. ¿Qué me tiene que hacer? Él es muy cascarrabias, pero a mí no me hará nada» porque nadie se esperaba esto", recordaba su hermana, que sacando fuerzas ha pedido a las mujeres que no disculpen ningún comportamiento machista y denuncien: "Por favor, quien se vea en esta situación que denuncie. Ella decía no, no es capaz, no va a pasar y sí, ha sido capaz".

Mientras en Carcaixent, localidad de donde era natural Raquel, y Alzira, donde se produjo el crimen, se realizaron los actos de rechazo al asesinato el jueves por la tarde, en la ciudad de València, tanto el gobierno como las Cortes Valencianas no lo han hecho hasta este viernes, una vez confirmado que se trata de un asesinato machista. Los minutos de silencio institucional volvieron a mostrar los equilibrios que los populares deben hacer con sus socios de la extrema derecha, negacionistas de la violencia machista.

En les Corts valencianes, su presidenta, Llanos Massó (Vox) volvió a evitar situarse detrás de la pancarta que denunciaba el crimen machista, como ya hizo en la anterior víctima de un crimen machista en la Comunidad Valenciana, y se limitó a lamentar el "asesinato de una mujer en manos de su marido", en un nuevo intento de presentar el crimen como una violencia dentro de la familia.

Por su parte, la delegada del gobierno central en el País Valenciano, Pilar Bernabé, ha alertado de que en algunos municipios se han sacado de los edificios municipales los carteles y logotipos con mensajes de la lucha contra la violencia machista o de los servicios que asesoran y acompañan a las víctimas.