Si tu hija quiere hacer bellas artes, no te asustes

Tengo una hija que está en primero de bachillerato y ya le queda muy poco por elegir qué quiere estudiar; ella insiste en que quiere hacer bellas artes ya mí me preocupa mucho porque creo que es muy mala decisión en términos profesionales. ¿Me equivoco?

Ignacio, Barcelona.

Es comprensible que dudes de las salidas profesionales de aquellas disciplinas que no se consideran “prácticas” o que carecen de una aplicación directa clara como las ingenierías, derecho o medicina. Sin embargo, este argumento no es el único punto de vista que tiene el mercado cuando busca profesionales, ya sea para contratarlos en una empresa o para financiar nuevas empresas.

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Las empresas contratan según los conocimientos y habilidades de la persona, pero son las habilidades las que decantan la balanza. Así, mientras las habilidades son inherentes a la persona, y cultivarlas lleva tiempo y esfuerzo, los conocimientos se pueden adquirir y deben ir reciclando. Piensa también que la tecnología actual y en un futuro muy cercano, la inteligencia artificial, podrán proveer muchos de los conocimientos que aportamos ahora las personas, pero todavía no tendrán la capacidad de motivar equipos o imaginar soluciones creativas. De hecho, encontramos filósofos en empresas de inversión, sociólogos en hospitales y artistas en empresas de publicidad, ¡y tiene sentido!

No sólo eso: muchas de las grandes start-ups que se han convertido en referentes mantienen un equilibrio entre la vertiente técnica y la creativa. Para crear un videojuego se necesita programación, pero para que guste al público y funcione comercialmente es imprescindible sensibilidad, empatía y contactos. Como decía García Lorca "es imprudente vivir sin la locura de la poesía" y las disciplinas como bellas artes pueden aportar al mercado propuestas frescas y elementos disruptivos menos presentes en otras disciplinas.

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Ahora bien, tenga en cuenta tanto tú como tu hija que seguir esta carrera también implica una gran resiliencia y una fortaleza interior descomunal, ya que el mercado no tiende a pedir graduados en bellas artes explícitamente, sino que estas oportunidades será la tu hija quien tendrá que buscarlas o, más habitualmente, crearlas.