El industrial que transportó el cadáver de Lincoln con sus vagones de lujo
George Pullman fundó Pullman, una empresa de vagones de tren de primera clase que Alstom acabó adquiriendo
George Pullman 1831-1897
- Industrial e inventor
De vez en cuando un apellido se convierte en una marca reconocida por todas partes y algunas veces esta marca se convierte en un genérico; ha pasado con el jacuzzi (apellido de los hermanos italianos que le inventaron, inicialmente Iacuzzi), y también en el caso que nos ocupa, porque en algunos diccionarios podemos encontrar que el término pullman significa "vagón de lujo de los ferrocarriles" o "autocar de gran recorrido".
Nacido en el estado de Nueva York, George Mortimer Pullman sería lo que hoy los americanos llaman serial entrepeneur, por su gran capacidad a la hora de montar negocios diversos. Su primera experiencia profesional fue curiosa, porque utilizó una tecnología que había inventado su padre para desplazar grandes cargas y la aplicó a desplazar edificios a la ciudad de Nueva York. En 1857 se trasladó a Chicago con su maquinaria para resolver un problema muy grave: los cimientos de la ciudad de Illinois estaban al mismo nivel que el lago Michigan, por lo que había que levantar todos los edificios entre uno y dos metros para poder construir el alcantarillado y que éste tuviera suficiente inclinación. Funcionó tan bien que incluso se permitió elevar un hotel de seis plantas (el Tremont House) con sus huéspedes dentro.
De sus frecuentes viajes arriba y abajo en tren le quedó claro que éste era un medio de transporte sumamente incómodo y también con una higiene escasa. Pensó que había que buscar una solución y en 1859, unido con su socio Benjamin Field, se fue a ver a los responsables de la compañía ferroviaria Chicago, Alton and St. Louis Railroad, a quien propuso que les dejaran adaptar un par de vagones para hacerlos más cómodos de cara a viajes largos. La experiencia fue un éxito y Pullman y su socio tomaron buena nota.
Pero todo quedó en un experimento, porque ese mismo año vio oportunidades en la fiebre de oro de Colorado, y se fue... pero no a buscar oro, sino a ofrecer servicios a los cientos de recién llegados. Así es como montó un mesón para los mineros, donde ofrecía todo tipo de servicios: comidas, sitio donde dormir, suministros, tracción animal, etc. La idea triunfó y se volvió a Chicago con una fortuna.
El dinero ganado le permitió contratar a un sustituto para ir al frente cuando estalló la Guerra Civil, una práctica común en la época. Librado de las obligaciones militares, se centró en el negocio de los vagones de lujo, y así en 1865 salió al mercado el modelo Pioneer, que tendría continuidad con el Palace y el President. Concibió la mejor campaña de marketing imaginable para sus productos: logró que uno de sus vagones de lujo transportara el cadáver del presidente Lincoln, cuando éste debía ir hacia Springfield (Illinois) poco después de ser asesinado.
Desde 1867 y ya sin su socio, Pullman empezó la producción en serie de vagones de lujo para satisfacer la creciente demanda. Una de las claves de su negocio era que los vagones fabricados por la Pullman Palace Car Company no se vendían, sino que se ofrecían en un sistema de renting, por lo que nunca perdía el control de las unidades producidas. Hay que saber que todo el servicio lo ofrecían esclavos liberados, por lo que ésta fue la primera empresa de la historia que les dio trabajo.
Uno de los hechos más relevantes de la carrera de Pullman fue la construcción de una colonia empresarial, en la que vivían todos sus trabajadores. Fue en 1880, y la nueva ciudad fue bautizada con su apellido. En el complejo estaban los apartamentos para la mano de obra, además de tiendas, teatros, iglesias, parques, biblioteca e incluso un hotel. Parecía la manera más eficiente de gestionar a los trabajadores, pero la cosa no acabó nada bien.
Una huelga de trabajadores, en 1894, fue contestada por las fuerzas del orden con extrema dureza, hasta el punto de provocar una treintena de muertos. La imagen de George Pullman cayó en picado y la ciudad fue disuelta y transformada en un barrio de Chicago. Tres años más tarde el magnate murió y le sustituyó al frente de la empresa nada menos que Robert Lincoln, hijo del presidente asesinado. En 1987 la firma fue adquirida por la compañía canadiense Bombardier y ésta, hace un par de años, lo fue por el gigante Alstom.