El infierno del Paradise, el parque acuático abandonado de Sitges
Pese al éxito inicial, la instalación hizo aguas en 1994, aunque una parte se recuperó en 2015 con una nueva oferta
Piscinas vacías, toboganes decolorados, muros llenos de pintadas. Vestidores derruidos, almacenes saqueados, caminos tragados por la vegetación. En un rincón, una tumbona oxidada. Durante más de dos décadas, las 13 hectáreas que bordean el solitario camino Mas d'en Puig, en Sitges, han sido el escenario ideal para cualquier película de terror. En 1987 abrió sus puertas el Aquatic Paradise, un ambicioso parque acuático promovido por un grupo de vecinos y vecinas del pueblo.
Era un momento de euforia colectiva. Con los Juegos Olímpicos de Barcelona a la vuelta de la esquina y el turismo de sol y playa en alza, las oportunidades de negocio para inversores, empresarios y constructores eran evidentes. "Los parques acuáticos siempre han sido uno de los atractivos de los destinos de sol y playa, sobre todo para el segmento joven", contextualiza Josep Maria Espinet, profesor de la Universidad de Girona (UdG), especializado en economía del turismo. Pero la vida del Aquatic Paradise fue muy corta. En 1994, siete años más tarde, despejó para siempre las piscinas.
Poco a poco, las instalaciones se fueron degradando, hasta convertirse en un lugar de culto para los aficionados de visitar lugares fantasmagóricos. También se han rodado películas de terror, como Rec, de Jaume Balagueró, y numerosos espots publicitarios; los skaters se apoderaron de las piscinas y los toboganes; los grafiteros encontraron el lugar ideal donde practicar; un grupo de Facebook empezó a organizar combates deairsoft...
En 2015, sin embargo, el panorama en una parte del recinto cambió. Oriol Casanova, Jonathan Montosa y David Pascual, tres jóvenes de la zona, llegaron a un acuerdo para utilizar 59.000 m del antiguo parque acuático para realizar actividades familiares y de aventura. Con el nombre de Ocio Aventura Sitges, hoy ofrecen desde combates de paintball hasta pruebas hilarantes similares a las del programa Humor amarillo, con todo tipo de hinchables, disfraces, colchones, juegos acuáticos... Pero, ¿por qué el Aquatic Paradise hizo aguas tan rápido?
En 1987 su inauguración fue todo un éxito. "Estaba situado cerca de Barcelona y tenía unas atracciones muy atractivas, no sólo para turistas sino para residentes de la zona", analiza Espinet. Con un simpático dinosaurio con gafas de buceo y traje de baño como mascota del parque y el lema “Las aguas más divertidas”, durante los primeros años el parque llegó a vender 3.000 entradas cada día. Sin embargo, el accidente mortal de un niño en otro parque acuático marcó un punto de inflexión. El debate sobre la seguridad en este tipo de instalaciones se adueñó de los medios y la venta de entradas cayó en picado.
A principios de los 90, los visitantes diarios se redujeron a unos 700. Con este ritmo de ventas, el negocio dejó de ser sostenible y empezaron a crecer las deudas. En 1994 el parque terminó cerrando. En los terrenos no se pueden hacer pisos, pero, desde entonces, se ha hablado de realizar proyectos que nunca se han acabado materializando: desde una ciudad de las artes con aparthoteles hasta un complejo hotelero de lujo con una discoteca Pacha.