El regreso

Juan Carlos llama a la puerta de la Zarzuela

La revista 'Hola!' detalla la fiesta de cumpleaños del emérito en Abu Dhabi y relata el deseo del emérito de volver a España y poder dormir en el Palacio de la Zarzuela

BarcelonaHace casi una semana que Juan Carlos celebraba su cumpleaños en una recreación de su añorada España desde una isla de los Emiratos Árabes. Entre el picoteo de jamón ibérico, las canciones de flamenco y una gran bandera española que presidía la entrada de la casa hubo espacio y tiempo para que el emérito y los invitados intercambiaran palabras, ideas y deseos. Entre alguna de estas conversaciones y siguiendo el proceso de normalización de las visitas de la exmonarca al país donde reinó, Juan Carlos no solo expresó su voluntad de volver a Madrid, sino de pasar la noche en el palacio que casi durante seis décadas fue su casa: la Zarzuela.

Tal y como apuntó Pilar Eyre en conversación con el ARA, el ambiente de la celebración por el 86 aniversario del emérito fue favorable a confesiones entre amigos, familiares y partidarios de Juan Carlos que no tuvieron problema en posicionarse a favor del antiguo monarca respecto al actual rey Felipe. Entre los invitados también había un enviado de la revista ¡Hola! que relató la evolución de la fiesta, desde el desayuno en el hotel Four Seasons de Abu Dhabi hasta la fiesta en casa del rey exiliado que acabó a las dos de la madrugada.

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Para llegar a casa del anfitrión, los invitados tomaron un barco que los llevó hasta la pequeña isla residencial de Zaya Nurai, donde Juan Carlos vive desde el 2020. Allí, a unos 25 grados de temperatura, encontraron un gigantesco árbol de Navidad decorado de rojo y blanco situado junto a una larga bandera española franqueando la puerta de la entrada. Al lado de la estampa y bajo la rojigualda esperaba el pater familias acompañado de Cristina, Elena y algunos de sus nietos colocados en fila para dar la bienvenida a los casi cien asistentes.

Pero desde ¡Hola! se ha querido dejar claro que la iniciativa de la fiesta no solo surgió del núcleo familiar central, sino también de sus "compañeros", en un ejercicio de ejemplificar el apoyo coral del que goza. Según la publicación, la celebración tuvo lugar a petición de algunos de los amigos más fieles de Juan Carlos, que tampoco han tenido ningún problema con que se los situara como los artífices de la fiesta. Se trata de Pedro Campos, el compañero de regatas de Juan Carlos y presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo; Miguel Arias, propietario del restaurante Flanigan de Mallorca, donde Juan Carlos era un habitual; Jerónimo Páez, abogado, y Eduardo Anitua, odontólogo del emérito.

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El nuevo objetivo del exmonarca

Aunque la fiesta fue todo un éxito, Juan Carlos no tuvo suficiente con esta simulación. El emérito sabe que gana adeptos a medida que la figura de estabilidad de su hijo, y, sobre todo, de su nuera, queda desdibujada después de que se haya hecho pública la presunta infidelidad de Leticia. Tras la prueba de fuerza del pasado 5 de enero, el exrey se siente con fuerza para reclamar su papel y ventajas usurpadas y la revista ¡Hola! –como quien no quiere la cosa– apuntó los próximos hitos personales a conseguir y también los de los monarcas más nostálgicos: el regreso a la capital española del exrey.

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"Y comienza el 2024 con el horizonte abierto y toda la ilusión del mundo de volver al mar y a Madrid para disfrutar de la ciudad unos días y poder quedarse a dormir en el Palacio de la Zarzuela" es la primera frase del último párrafo de la publicación de¡Hola! sobre la fiesta. Hace un tiempo las visitas del emérito a territorio español parecían imposibles, pero con la misma insistencia que una gota malaya Juan Carlos ha ido consolidando sus viajes a su país añorado. Pero ahora también reclama recuperar la que fue su casa. El semanario señala a Felipe como el único culpable de no poder cumplir los deseos del emérito, ya que mientras "puede entrar y salir cuando quiera de la que fue su casa durante casi seis décadas", por lo que sea, " no ha podido pasar la noche". A continuación, la revista sentencia: "Aunque esto no parece que sea un problema". Y sugiere que los viajes a España seguirán intensificándose.