Koeman, el entrenador al que Laporta ha fulminado tres veces en medio año

BarcelonaLos culés más veteranos recuerdan que la llegada de Ronald Koeman al Barça como jugador, en 1989, fue extremadamente convulsa. Un central radicalmente diferente de lo que estaba acostumbrada la afición. Un futbolista que, si no hubiera sido por la insistencia y la visión de Johan Cruyff, habría durado muy poco en el Camp Nou. Ahora bien, la suerte le sonrió y el gol de Wembley en la final de la Copa de Europa de 1992 lo convirtió para siempre jamás en un héroe del barcelonismo. Desgraciadamente para él, su paso como entrenador ha seguido los mismos pasos iniciales, pero no ha tenido final feliz. Después de un año y medio convulso, luchando contra todos los elementos, y escapándose por los pelos de dos intentos de destitución, ha acabado saliendo por la puerta falsa antes de Todos los Santos. Koeman no se ha comido los panellets, a pesar de que no hacía ni un mes que el presidente, públicamente, lo había ratificado en público.

19.08.20: fichaje de urgencia

Koeman llega cinco días después del 2-8 de Lisboa

Después del fatídico 2 a 8 de Lisboa el Barça, presidido todavía por Josep Maria Bartomeu, buscaba con urgencia a un entrenador para relevar a Quique Setién. Según explican en el Camp Nou, el periodista Lluís Canut propuso al presidente el nombre de Koeman, y este lo invitó a su casa para hablar. La contratación fue más que urgente. Cinco días después de la derrota, el club comunicaba que el holandés, el héroe de Wembley, pasaba a ser el nuevo técnico culé.

Agosto 2020: cae el castillo de cartas

Luis Suárez, el burofax de Messi y la dimisión de Bartomeu, primeros conflictos

Poco se esperaba Ronald Koeman que tendría tanto trabajo en tan pocos días. Con un Barça que ya acusaba los efectos económicos de la pandemia, el primer conflicto lo tuvo con Luis Suárez, al que tuvo que despedir siguiendo las directrices del club. Después vería cómo Leo Messi enviaba un burofax para marcharse y, en octubre, la dimisión de Bartomeu y toda su junta. Mientras el equipo tenía un inicio irregular en la Liga y en Europa, convivía con otros conflictos internos, como la rebaja salarial masiva que negociaba la junta gestora a la espera de que hubiera elecciones.

Enero 2021: debate electoral sobre el entrenador

Koeman no era el entrenador ideal de ninguno de los candidatos

El proceso electoral, que Koeman vivió con inquietud, se dilató excesivamente. El técnico solo participó activamente en la reunión con los candidatos donde pedía que ficharan ya a Eric Garcia. La falta de consenso entre los presidenciables, sin embargo, lo frenó. El entrenador sabía que no era la apuesta ideal de ninguno de los tres, a pesar de que –a excepción de Víctor Font, que ya tenía ligado a Xavi– confiaba en que al menos podría acabar la temporada en el banquillo azulgrana.

17.04.21: el único momento dulce

La victoria en la Copa lo tenía que ratificar en el cargo

Dicen en el Camp Nou que había un pacto no escrito entre Laporta y Koeman según el cual, si ganaba algún título, mantendría su lugar en el banquillo un año adicional. El título fue la Copa, contra el Athletic, en una final en la que el Barça jugó uno de los mejores fútbols con el holandés en el banquillo. Las semanas posteriores también fueron buenas. Una racha ganadora que, incluso, estuvo a punto de situar al equipo líder. Lo tenía cerca. Pero en el momento clave pinchó inesperadamente contra el Granada en el Camp Nou. Después de tocar el cielo, ese fue el inicio de un final de temporada para olvidar.

Mayo 2021: quince días de gracia

Laporta quería echar a Koeman pero no encontró ningún relevo que lo convenciera

Después del mal final liguero, y de un intercambio de reproches entre el entrenador –que acusó al presidente de "falta de respeto"– y Laporta, el club había decidido echar a Koeman a mediados de mayo. Pero el problema era encontrarle un relevo. Según la versión que da Koeman, en una reunión tensa en las oficinas, Laporta le dijo que necesitaba 15 días para encontrarle un recambio y que, si en este periodo no encontraba a nadie, seguiría de entrenador. Todo el mundo sabe cómo continúa la historia. El 3 de junio Laporta confirma a Koeman en una rueda de prensa en el Camp Nou.

Julio 2021: una pretemporada alentadora

La directiva, satisfecha por lo que veía en verano, meditó renovar al entrenador

La junta pedía a Koeman que practicara un estilo de juego más próximo a lo que se conoce como ADN Barça. En verano, en los primeros partidos de pretemporada, se produjo un salto adelante que satisfizo a Laporta y los suyos. Tanto es así que se empezó a hablar de la posibilidad de renovar el contrato a Koeman para darle más ascendencia en el vestuario, tal como avanzaba el ARA en julio. Eso sí, con dos condiciones. La primera, que se esperarían a octubre. Y, la segunda, que sería un acuerdo fácil de romper por si al final la cosa no iba bien. En septiembre, en un encuentro con periodistas, confirma esta intención.

Septiembre 2021: "Como hablar con una pared"

Koeman salva el cargo inesperadamente antes de jugar en el Wanda

El Barça hace un mes de septiembre horroroso. Solo gana un partido en la Liga y pierde dos claves en la Champions que dejan al equipo a un paso de la eliminación. El juego ha ido atrás y Laporta, a raíz de la insistencia de parte de su entorno más próximo, accede a hacer un cambio. "Ya lo he intentado todo; hablar con él es como hablar con una pared", dijo en un acto con periodistas en el Camp Nou. Todo el mundo se esperaba la destitución inminente, pero Laporta, en Madrid, antes de jugar en el Wanda Metropolitano, dio marcha atrás y lo ratificó públicamente: "Merece más margen". La razón es que Koeman convenció a Laporta durante el vuelo de que, una vez recuperara los efectivos que tenía lesionados, el equipo remontaría en juego y en resultados. El presidente se lo creyó.

27.10.21: la gota que hace colmar el vaso

La derrota en el clásico, volver a perder en Vallecas y el miedo en la Champions, factores clave

Aunque el Barça ganara al Valencia y al Dinamo, el juego seguía ofreciendo dudas. La derrota en el clásico y un nuevo tropiezo en Vallecas agotaron la paciencia del presidente. Un Laporta que se enfadó, y mucho, con las decisiones tácticas que tomaba el entrenador. Al final del partido conversó con Koeman en el avión de vuelta hacia Barcelona. En ese momento se decidió hacer el relevo. Koeman se despedía de los jugadores ahí mismo. A la tercera fue la definitiva.