Marlaska da un "golpe de autoridad" y fulmina a De los Cobos
La Guardia Civil apunta a Fernando Simón por un presunto delito de prevaricación
MadridTras la tormenta del pacto con EH Bildu, llega la del coronel de la guardia civil, Diego Pérez de los Cobos, jefe de la comandancia de Madrid y coordinador del fracasado dispositivo para frustrar el referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le cesó este lunes por pérdida de confianza.
El motivo, según fuentes ministeriales consultadas por ARA, es un informe entregado por la unidad judicial de la Guardia Civil a Carmen Rodríguez-Medel, titular del juzgado 51 de Madrid, que investiga un presunto delito de prevaricación que podría haber cometido el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, al no prohibir la manifestación del 8 de marzo en el día de la mujer trabajadora y otros eventos para prevenir la propagación del coronavirus.
Grande-Marlaska habría, según esas fuentes, detectado que las filtraciones de aspectos del informe procedían del instituto armado y habría querido dar un "golpe de autoridad" contra un cuerpo que le es hostil.
Después de una semana horribilis a raíz de un anuncio de reforma laboral vacío de contenido con la formación abertzale, a cambio de su abstención en la quinta prórroga del estado de alarma, llega otra a cuenta de Marlaska-Pérez de los Cobos.
Precisamente, cuando el gobierno se aprestaba a sacar partido del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que será aprobado esta semana y que 850.000 hogares (casi 3 millones de personas) podrían empezar a percibir en junio con retroactividad al 1 de mayo según dijeron fuentes gubernamentales.
Los lunes son días de ejercicios espirituales para el Gobierno y para el PSOE. El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne por la mañana con un grupo de ministros -algo así como los maitines para seguir con la jerga espiritual- y con los miembros de la ejecutiva de su partido. Ahora todo se hace por videoconferencia.
El tema del coronel Pérez de los Cobos no salió ni en uno ni en otro encuentro. Aunque el ministro Grande-Marlaska no es miembro de dicho círculo, en todo caso Sánchez estaba, según fuentes gubernamentales consultadas, al corriente de la decisión del ministro de cesar nada menos que por falta de confianza a Pérez de los Cobos.
Tampoco, según fuentes socialistas, se comentó el asunto en la reunión de la ejecutiva.
Y en ambos cenáculos se hizo un balance de la gestión del acuerdo con EH Bildu y los errores cometidos por las prisas para garantizar la quinta prórroga del estado de alarma.
Después de ambas videoconferencias, los dirigentes del gobierno y del partido, pues, se encontraron con la noticia de Pérez de los Cobos.
La magistrada Rodríguez-Medel, sobre la base del informe de la Guardia Civil, ha citado a declarar telemáticamente en calidad de imputado en un presunto delito de prevaricación al delegado del Gobierno, José Manuel Franco, el próximo 5 de junio. Asimismo, prestarán declaración en calidad de testigos tres funcionarios de la delegación del gobierno y el director de la unidad de Seguridad Ciudadana.
El informe de la Guardia Civil, según filtraciones, apunta a Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el rostro de la lucha contra el Covid-19. Simón, según los expertos de la Guardia Civil, habría dispuesto desde la primera semana de marzo de informes que advertían de los riesgos de grandes concentraciones. Algunos de esos informes llegaron a España desde la Unión Europea según parece haber confirmado la magistrada con la Guardia Civil.
Conforme a dichas advertencias, Simón, sostiene el informe, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, resolvieron suspender un congreso evangélico mundial, el Unlimited 2000, que congregaría a 9.000 personas en la Caja Mágica, en Madrid, los días 19 y 21 de marzo. Esa suspensión se anunció el 7 de marzo, horas antes de las manifestaciones del 8-M en varias ciudades de España.
Fernando Simón señaló ayer que no tiene temor a que se investigue pero apuntó que si las manifestaciones del 8-M tuvieron algún efecto sobre la pandemia “ha sido marginal”.