Los 'mejores' momentos del juicio de Gwyneth Paltrow
La vista judicial de la polémica empresaria del bienestar, retransmitida por YouTube, ha sido calificada por muchos usuarios de "surrealista"
BarcelonaEn la vida de Gwyneth Paltrow nada es nunca normal. Antes pensábamos que esto solo pasaba con relación a su tienda en línea de productos con altas promesas y bajos resultados, pero ahora hemos podido comprobar que el personaje se ha comido a la persona y que ya no queda ningún aspecto relevante de su vida para convertirse en surrealista. La mejor muestra de todo esto ha sido su juicio, en el cual ni la rigidez del contexto ha impedido que el friquismo se colara en los juzgados de Park City, donde esta semana se la ha estado juzgando por haber provocado presuntamente daños cerebrales a un hombre con el que tuvo un accidente de esquí.
Los hechos tuvieron lugar en 2016 –también es bastante curioso que se juzguen ahora–, cuando ella y un optometrista jubilado llamado Terry Sanderson –que ahora tiene 76 años– esquiaban en la prestigiosa estación de esquí de Deer Valley (en Utah, Estados Unidos) y chocaron. Según Sanderson, que ha demandado a la actriz y también a los propietarios de la pista de esquí, fue ella quien se le tiró encima y le provocó "daños cerebrales, dolor, depresión, angustia, desfiguración" y sobre todo, "pérdida del disfrute de la vida", una cosa que muchos hemos sufrido en alguna ocasión sin necesidad de chocar contra Paltrow.
La posición de la defensa, en cambio, ha sido totalmente contraria. Los abogados de la actriz han señalado que fue él quien chocó con la propietaria de Goop. A pesar de que esquiaban por una pista de principiantes, ese impacto se ha convertido en un debate nacional en Estados Unidos estos días y lo seguirá siendo hasta que sea firme la sentencia, que si atiende los deseos del denunciante podría costar 300.000 dólares a la estrella de Hollywood y que si atiende a los de ella le costará a él solo un dólar, que es la cantidad que Paltrow le pide en una contrademanda simbólica que le ha interpuesto. Demandar a alguien por un dólar: el clímax del friquismo.
El juicio, que el jueves supimos que había dado la razón a Paltrow y considerado culpable a él, se ha convertido a lo largo de las últimas dos semanas en un circo televisado por YouTube. El primer elemento de showificación de la vista ha sido el éxito viral de los looks de la actriz, que cada día han despertado el interés de fashion victims de todo el mundo y de los medios que les dan cuerda. Mientras Sanderson acusaba a Paltrow de esquiar "fuera de control" y de dejarlo abandonado en las pistas, ella triunfaba con unas gafas de estilo aviador de un tamaño contundente y unos acabados bastante retro que hacían que en internet muchos vieran un homenaje a Jeffrey Dahmer, un asesino en serie que se ha hecho famoso recientemente gracias a su serie de Netflix. Las botas con suela track negras que llevó posteriormente también hicieron fortuna, sobre todo por el toque postapocalíptico que le daba ir toda de negro de pies a cabeza. También gustaron su abrigo largo de color verde y el traje sastre gris que combinó con un top de punto. Estoy seguro de que alguna cadena de fastfashion ya está cosiendo en China esta colección cápsula. Y si no, no descartemos que lo acabe vendiendo ella en su web...
Pero el objeto de este juicio no solo se ha desvirtuado por la estética, también las declaraciones de Paltrow han resultado escandalosas para muchos usuarios. Después de que ella expusiera ante el juez que era la víctima de los hechos mientras esquiaba con los dos hijos que comparte con Chris Martin, Apple y Moses, la abogada del demandante le preguntó cuáles habían sido las consecuencias del accidente. Ella, rápidamente, respondió: "Bueno, perdimos medio día de esquí". Evidentemente, las reacciones contra la artista, de 50 años, no se hicieron esperar... También dijo que llegó a pensar que estaba sufriendo una agresión sexual cuando, supuestamente, el jubilado se le estampó encima. "Dos esquíes se colaron entre los míos y me forzaron a separar las piernas, había un cuerpo presionando contra el mío y, de repente, se oyó un gemido muy extraño", explica Paltrow en uno de los vídeos que circulan por la red, donde también se puede ver a gente del público a la que se le escapa la risa. Por cierto, el público durmiéndose o gesticulando incrédulo ha sido otro gran ingrediente de este circo.
A pesar de que ella misma no ha contribuido lo más mínimo a calmar las aguas y a hacer que el juicio pasara deprisa y discretamente, la peor aliada que podía encontrar en este sentido ha sido la abogada de su contrario, Kristin van Orman, que ha evidenciado que es una fan de la actriz y que aprovechaba su turno de interrogatorio para hacerle preguntas y comentarios que no venían a cuento de nada. En uno de los momentos más tragicómicos, la letrada le pregunta a Paltrow cuánto mide, y después de que la actriz respondiera que "más o menos 1,77 metros", la abogada contraria dice: "Qué envidia. Yo me tengo que poner tacones de 10 centímetros para llegar a 1,65 metros". También ha sido muy comentado que, como una vez Taylor Swift presentó una demanda de un dólar contra un hombre, Van Orman hiciera preguntas sobre Swift a Paltrow. Por ejemplo, si son amigas o si alguna vez le ha hecho regalos por Navidad. De hecho, en este caso, incluso el juez tuvo que parar los pies a la abogada advirtiéndola sobre la baja relevancia de las preguntas. Justo es decir también que las aportaciones que ha hecho Sanderson diciendo que Paltrow lo ha llevado "tres veces a las puertas de la muerte" tampoco han ayudado al hecho de que el juicio pareciera muy serio.
Por más que la decisión absolutoria para Paltrow del juez que ha tenido que aguantar todo este show en su sala resulte seria, es difícil que le devuelva toda la honra a estos juzgados de Utah, tan cutrificados después de este show. Una vez más, cuando todos los focos apuntan a un juzgado, en vez de emitir un mensaje de rigor y confianza el resultado es el contrario. Pero, vaya, a los catalanes no nos hace falta ir hasta Utah para llevarnos esta sensación...