La misión EarthCARE permitirá comprender mejor el clima de la Tierra
Contribuirá a crear nuevos modelos climáticos que ayudarán en la lucha contra el calentamiento global
GinebraEn tiempo de sequía como los que vivimos en Cataluña, miramos el cielo esperando a que aparezcan nubes cargadas de lluvia. Paradójicamente, aunque sabemos que son elementos esenciales en la regulación del clima en la Tierra, los mecanismos por los que se generan así como el impacto que éstos tienen todavía no se conocen en detalle.
Para comprender mejor el papel que estas masas de vapor de agua juegan en el clima terrestre, una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) ha puesto en órbita al satélite EarthCARE (Earth Cloud Aerosol and Radiation Explorer). Esta misión, lanzada a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX desde California el 29 de mayo, proporcionará información esencial para comprender las complejas relaciones que se dan entre las nubes, los aerosoles y la radiación presentes en la atmósfera .
“EarthCARE llega en un momento crítico en el que avanzar en el conocimiento científico es lo más importante para comprender y actuar frente al cambio climático”, declara Simonetta Cheli, directora de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA.
Esenciales para evitar el calentamiento del planeta
Las nubes son esenciales en los procesos de calentamiento y enfriamiento de la atmósfera. Reflejan parte de la luz que proviene del Sol, el llamado albedo, pero también son responsables de evitar que el calor se escape del planeta, el conocido efecto invernadero. El balance entre calentamiento y enfriamiento depende de muchos factores que incluyen la forma de las nubes, su localización así como la cantidad de agua que contienen.
Por otra parte, los aerosoles, partículas microscópicas suspendidas en la atmósfera, también juegan un papel fundamental en el clima. Estas partículas, que pueden ser de polvo o contaminantes, tienen una influencia directa reflejando o absorbiendo parte de la radiación solar o, de forma indirecta, facilitando la creación de nubes. La actividad humana, incluyendo los medios de transporte, los procesos industriales o la agricultura y la ganadería, altera de forma significativa la concentración de aerosoles en la atmósfera y, a su vez, el clima, tanto local como en escala global.
Aunque en general se conoce que tanto las nubes como las aerosoles contribuyen al enfriamiento del planeta, la alteración de los ciclos naturales provoca que su capacidad de enfriamiento se vea disminuida, incrementando aún más los efectos del cambio climático.
Para mejorar la comprensión de estos efectos sobre el clima, así como las predicciones de futuro, se necesitan nuevos modelos climáticos más precisos. Por eso, el satélite EarthCARE dispone de un amplio abanico de instrumentación que permitirá recoger una gran variedad de datos para entender mejor cómo interaccionan los diferentes elementos de nuestra atmósfera y los procesos cíclicos que tienen lugar. Por ejemplo, un radar facilitará recoger datos sobre la estructura vertical y la dinámica interna de las nubes; un lidar hará posible perfilar mejor la distribución de aerosoles, y una cámara multiespectral capturará imágenes detalladas de la atmósfera en distintas longitudes de onda.
"Aumentar la precisión de los modelos climáticos nos permitirá predecir mejor el clima del futuro y tomar las medidas necesarias", declara Eiichi Tomita, director del proyecto de radar de análisis de las nubes de la JAXA.
Con la presión cada vez mayor impuesta por la crisis climática, la misión está llamada a revolucionar nuestra comprensión sobre la atmósfera y los intrincados procesos que ocurren. Los resultados obtenidos permitirán definir actuaciones precisas para mitigar de forma efectiva las consecuencias del calentamiento global.