Un modelo sostenible y al mismo tiempo rentable, el reto de la industria turística

A finales de septiembre, y después de otro verano de récord, el XXIV foro de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe) centraba el debate en la necesidad de compatibilizar el desarrollo turístico con la sostenibilidad y la convivencia. En el marco de la jornada, más de 200 agencias de viajes y profesionales del sector debatieron en torno a las respuestas del sector ante los retos de las ciudades turísticas, desde cómo gestionar la masificación a cómo atender el turismo premium, pasando por cómo comunicar los atractivos de los destinos y, al mismo tiempo, hacer sostenible el turismo.

El acto también sirvió para hacer valer segmentos como el turismo gastronómico, el premium, el de reuniones, negocios y eventos, y el musical y el deportivo como principales atractivos del país, sobre todo a la hora de desestacionalizar la demanda, a juicio de la cual la directora de Turismo y Dirección Hotelera de la Escuela FUAB Formación de la UAB, Maria Noguera, está de acuerdo. A su juicio, se debe ir modificando el modelo turístico “para poder tener una oferta más diversificada y de mayor calidad, ofreciendo una relación de productos o experiencias turísticas más amplia y repartida tanto en el tiempo como en el territorio”. Por tanto, prosigue, segmentos como los citados en el marco del XXIV foro de ACAVe “pueden ayudar a alcanzar estos objetivos”.

Combatir la turismofobia

Noguera señala como en la consecución de los objetivos anteriores y para atraer a un turista de mayor calidad y más respetuoso con el territorio que los acoge, “Catalunya como destino turístico debería tener y saber hacer valer un compromiso con la sostenibilidad tanto a nivel de destino como de sector”. También habría, añade, “actuar y favorecer el desarrollo sostenible de los territorios”, para lo que “debería trabajarse conjuntamente con todos los agentes implicados (gestores públicos, empresarios del sector y población) para gestionar y regular tanto el oferta turística como la capacidad de carga o la gentrificación de algunos destinos turísticos”. Tal como subraya la directora de Turismo y Restauración de la FUAB, la mejora de estos aspectos y su valoración ayudará a disponer de una oferta de mayor calidad, “al igual que una buena gestión de datos y la utilización de inteligencia artificial permitirá ofrecer a sus clientes experiencias más personalizadas y adaptadas a sus necesidades”.

En palabras de Jordi Martí, presidente de ACAVe, el camino que debemos recorrer para conseguir el equilibrio y la convivencia entre ambos factores, turismo y población, no es sencillo: “Hay que conciliar los intereses empresariales del sector y el interés del residente”, un hito del que el sector es cada vez más consciente. Para Martí, Barcelona Turisme es un buen ejemplo y es que, apunta, en su nueva campaña "apuesta por dar a conocer al visitante cuál es la realidad de Barcelona, ​​sus usos y costumbres". “Por primera vez –subraya–, se pide al visitante que se adapte a la realidad de la ciudad y de esta forma se quiere frenar la progresiva desaparición de la identidad en favor de escenarios artificiales.” Una apuesta que para los profesionales del sector reunidos en el foro de la asociación debe situarse al mismo nivel que “seguir profundizando en la priorización de un número de turistas menor pero de mayor calidad, entendido como el turista respetuoso con el destino y no sólo como aquél con más nivel adquisitivo”.

Los límites, claves

Los participantes en el foro también subrayaron la prioridad que debe representar por el sector el visitante local, y es que, puntualiza Martí, “apostar por la autenticidad comienza por no desplazar al cliente de proximidad, aquel que fuera de temporada da vida a los restaurantes y en los comercios”. El equilibrio vuelve a ser la palabra que el presidente de ACAVe emplea para incidir en cómo seguir transformando el modelo turístico catalán para que cada vez sea más sostenible e inclusivo, sin que esto juegue en detrimento de su rentabilidad. "Está muy claro que no podemos vivir exclusivamente de turismo de alto poder adquisitivo, pero tampoco podemos estar desbordando los destinos con un crecimiento exponencial cada año", señala. Martí apunta, sin embargo, que “hay que encontrar formas de limitar con las mismas reglas de mercado (con precio), pero también limitando la expansión de determinados fenómenos como el alquiler turístico” y es que, ilustra, “en algunos destinos las camas ofrecidas por los apartamentos triplican las de los propios hoteles, y muchos de ellos son alojamientos sin licencia”. “Es necesaria una cierta medida o será imposible controlar los flujos”, sentencia.