No saben qué hacer con Mazón
Con un gobierno valenciano desprestigiado, la reconstrucción post-DANA no será fácil. La destrucción ha sido de proporciones inauditas: 223 muertes y daños materiales todavía incalculables. La mala gestión de la catástrofe es también de escándalo. Este lunes aún se ha sabido otro detalle: el presidente Carlos Mazón despreció la decisión de las universidades de enviar a los estudiantes a casa el día de la gota fría. Pero Mazón, pese al éxito de la movilización en la calle en su contra de este sábado ya pesar de las contradicciones y frivolidades propias y de sus consejeras más directamente implicadas, está decidido a aferrarse a un poder que ha demostrado con creces que no está listo para ejercer.
Desde Madrid, el PP estatal, dubitativo y descolocado, no se atreve ni a derribarlo ni a darle un apoyo decidido. De modo que todo apunta a que nadie de la calle Génova se desplazará el jueves a las Corts Valencianes para asistir a la comparecencia de Mazón. No se dan cuenta de que todos los días que se retrasa su inevitable caída es un lastre que todos los populares cargan. La caída sería sin duda una sacudida para el partido, pero su continuidad puede convertirse en un calvario. Para el PP y para el País Valencià. En cualquier caso, de momento parece que Mazón va a ganar tiempo con un maquillaje de gobierno. Habrá que evaluar qué sentido tiene, más allá del resistir es vencer.
Mientras, quien sí parece estar haciendo los deberes es el Estado. Los miles de afectados buscan un salvavidas en el gobierno de Pedro Sánchez, que necesita reponerse de su fuga el día de la visita del rey a la zona cero. Que el contraste entre las medidas del Estado y el diletantismo de la Generalitat Valenciana sea tan visible es una terrible mala noticia para el autogobierno y las instituciones valencianas, pero ese efecto colateral no parece preocupar nada a Feijóo y compañía. Ni seguramente tampoco al propio Mazón, que sobre todo lo que busca es salvarse él de la derrota.
El ejecutivo de Sánchez está aprovechando el desbarajuste popular y valenciano para desactivar la oposición a escala estatal y para erigirse en la opción segura para las víctimas de la DANA: con una nueva inyección de 3.765 millones, el total para la reconstrucción de momento asciende a 14.300 millones. empresas afectadas ya han solicitado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTO) por fuerza mayor, lo que se traduce en 9.087 trabajadores beneficiados Ayudas y créditos a ciudadanos y empresas acompañan a una batería de medidas excepcionales de la Moncloa a la estilo de lo que ocurrió con la pandemia del coronavirus.
En otro orden de cosas, este lunes 22.000 niños y niñas valencianos han sido finalmente llamados a volver a la escuela. Pero la normalidad educativa aún queda muy lejos. , apenas medio centenar de centros total o parcialmente negados por el agua y el barro han reabierto sus puertas, pero queda una cifra similar de cerrados, cuyos alumnos han estado redistribuidos en otros sitios
Mazón no deja paso y la reconstrucción se abre paso con mucha lentitud e incertidumbre.