El pan, más caro que nunca en Europa
El aumento de precio es de un 18% respecto al año pasado y sobre todo afecta a países próximos a Ucrania y Rusia
BruselasTodo sube de precio y el alimento básico por antonomasia, el pan, todavía más. Ha llegado a su máximo histórico y está más caro que nunca. Según la oficina de estadística de la Comisión Europea, el Eurostat, este agosto el pan costaba en la Unión Europea un 18% más que un año atrás, mientras que en 2021 su precio solo aumentó en un 3% respecto al mismo mes del año anterior. Además, este año ha subido casi el doble que la inflación registrada el julio pasado en la UE (9,8%) y el agosto pasado en la eurozona (9,1%).
La situación afecta sobre todo a los países más próximos o limítrofes con Rusia y Ucrania. Hungría es el que con diferencia sufre más el aumento del precio del pan: ha subido, solo en un año, un 65%. Después, a mucha distancia, están Lituania, Estonia, Eslovaquia, Croacia, Polonia y Letonia, que han registrado un incremento de poco más del 30%. Por debajo de la media europea hay estados como España (15,2%), Portugal (15%), Bélgica (13,7%), los Países Bajos (9,6%) o Francia (8,2%).
Uno de los principales motivos del aumento del precio del pan es la guerra de Ucrania, por la crisis energética que ha provocado y porque tanto Rusia como Ucrania –conocida como el granero de Europa– son fundamentales en la producción de trigo, avena, maíz y gira-sol a escala mundial y, también, europea. Así, el conflicto alteró de repente el mercado alimentario y dificultó las exportaciones de grano. Además, en Ucrania, por ejemplo, algunos agricultores han tenido que dejar de trabajar la tierra y entre el 20% y el 30% de los campos no se han podido labrar desde el inicio de la guerra.
De hecho, con los datos facilitados por el Eurostat se ve claramente cómo, a pesar del contexto inflacionista previo, fue poco después del inicio de la invasión rusa cuando el pan en la Unión Europea se disparó de manera más sustancial. Mientras que de febrero a marzo de 2022 el incremento pasó del 8,3% al 9,2%, en abril ya llegó al 12,1%. Y el agosto pasado ya aumentó menos —un 0,6%— que los meses anteriores, hasta la cifra actual del 18%.
Antes de la ofensiva rusa, sin embargo, los panaderos ya se quejaban de la inflación y, concretamente, del aumento de precio del recibo de la luz. Aparte de la harina, uno de los gastos más importantes de las panaderías es la electricidad, y por eso los panaderos se vieron abocados previamente al inicio del conflicto a subir el precio de la barra de pan. En Francia, por ejemplo, fue muy simbólico el hecho de que la baguet a principios de este año, ya en plena inflación, pasara a valer más de un euro de media y no unos 90 céntimos, como en 2021.
Más trigo catalán y comunitario
Para tratar de paliar las consecuencias de la disminución de la producción de trigo ucraniano, la Comisión Europea aprobó este verano prorrogar hasta el 2023 medidas excepcionales como, por ejemplo, la derogación de la obligación de los agricultores de practicar la diversificación y las rotaciones de cultivos o de dedicar un 4% de tierra al barbecho. Solo en Catalunya, según la Generalitat, la normativa hace aumentar en más de 36.000 hectáreas la tierra de cultivo. Este incremento de superficie cultivable supone un potencial productivo adicional de 100.000 toneladas de cereal.