Perfil

"Reconozco que era mal empleado"

Federico Llordachs, fundador de Doctomatic. Barcelona, ​​1968

De la medicina a los negocios

Frederic Llordachs nació en Barcelona en 1968, aunque "contra todo pronóstico", ya que su familia es de Tarragona. Su padre se dedicaba a la odontología y Llordachs identifica este hecho como una influencia importante en su carrera profesional: "Siempre me había llamado la atención todo esto de la bata blanca y tenía bastante claro que quería dedicarme a la medicina ". De hecho, Llordachs narra que de joven trabajó de socorrista en varias playas del Tarragonès: "Fue un primer contacto con los pacientes, a mi modo". De ahí que en 1987 entró en la Universidad Rovira i Virgili para estudiar medicina y cirugía, donde se graduó en 1994. "Al terminar la carrera, pensé en estudiar odontología en Madrid, pero me rompí el brazo y cambié de decisión", explica Llordachs. En 1996 empezó un MBA en Esade, un giro hacia el mundo de los negocios y que descubrió a través de un conocido: "Pasar de una realidad tan técnica como la medicina en el mundo de la empresa me dio el oportunidad de desarrollar un perfil híbrido muy concreto".

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Aseguradoras y corporaciones

Después de cursar el MBA, en 1999, Llordachs entró a trabajar en el mundo de las aseguradoras médicas. "Al principio todo el mundo me preguntaba por qué no era médico, y me resultaba algo frustrante porque yo no lo veía así", reconoce. Durante ocho años, Llordachs pasó por varias compañías del sector como Winterthur, Sanitas o Adeslas, desarrollando labores de gestión en varios departamentos. Según narra Llordachs, estas experiencias le aportaron "una visión de cómo funciona el mundo de la farmacia y la salud desde dentro". Sin embargo, Llordachs admite: "Yo era muy mal empleado, incómodo ya veces no respondía como me tocaba porque era poco convencional. Lo reconozco y lo siento mucho". En esta etapa, también fue coordinador de atención remota de emergencias médicas en el SEM entre 2001 y 2007, y director médico de la Clínica Cima entre 2006 y 2010.

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La aventura de Doctoralia

Sin embargo, en 2007 Llordachs decidió emprender con el proyecto de Doctoralia, junto con Albert Armengol y David Díaz: "Tuvimos suerte de estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Queríamos facilitar que los pacientes tuvieran acceso a la información y tuvimos crear un directorio de profesionales en el que se podía concertar visitas e intercambiar opiniones". Esta aventura duró hasta 2016, ya que, después de abrir la plataforma a otros mercados, se acabaron fusionando con una empresa similar polaca y actualmente es uno de los pocos unicornios de salud digital de Europa. A raíz del cóvido, Llordachs confiesa que tuvo ganas de emprender de nuevo con otros socios e impulsó Doctomatic: una herramienta para monitorizar pacientes. "Nuestra idea es poner los datos de monitorización a tiempo real al alcance de los hospitales y residencias, como algunos ya están haciendo, para agilizar muchos procesos". "Ahora estoy volviendo a encontrar sensaciones como cuando empezamos con Doctoralia y emprendiendo de nuevo, pero en otra etapa de mi vida", declara.

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Lecciones de vida

"Cuando estaba en la gran empresa, muchas veces tenía ganas de ser rebelde y el cuerpo me pedía echar por el derecho, pero a la larga también me ha aportado saber cómo enfocar los proyectos y establecer procesos internos para crear la estructura de la tuya propia empresa. Es una experiencia que debería tener cualquier emprendedor".

"Cada vez vemos a directivos de empresas cada vez más jóvenes, incluso en el Ibex, pero siento que en mi caso ha sido al contrario. Siempre tenía más edad que los otros emprendedores de mi entorno ya veces pienso que me' debería haber despertado antes en ese sentido".