La Semana del No-Libro en Catalán

Estaría bien una Semana del No-Libro en Catalán, donde los lectores pudiéramos reclamar libros que es un drama no tener traducidos a nuestro idioma, o, peor aún, descatalogados e imposibles de conseguir. Qué productiva sería una política pública que incentivara la difusión de obras en catalán descatalogadas, publicándolas gratuitamente por internet. Pero no tengo ninguna esperanza en una gente que hace campañas de promoción del libro al tiempo que elimina las lecturas obligatorias de la enseñanza.

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El gran no libro en catalán es laPoesíade Josep Carner. La última edición fue hace 32 años y está naturalmente más que descatalogada. ¿Alguien imagina que en 32 años no se hubiera reeditado ni una sola vez el Quijote? Pues de eso estamos hablando. De una cuestión cultural de primer orden. De una cuestión de estado. De una vergüenza más para la cultura catalana. Entre las ediciones de Selecta y Quaderns Crema, en las bibliotecas públicas no hay ni 75 ejemplares.

Este lunes, me llegó por whatsapp un pdf con el libroUno y el doble. Es una recopilación de poesías firmadas con seudónimo que denuncia por la vía del humor esta tragedia que, según la recopilación, tiene un culpable máximo: el albacea de la poesía de Carner, Jaume Coll. Sin embargo, desde mi punto de vista ninguna cultura con una mínima conciencia de sí misma y, pues, de responsabilidad, dependería de un solo hombre: debería haber habido ya una presión popular, editorial e institucional para evitar estos 32 años - y los que queden.

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Uno y el doblees un poemario divertidísimo que ocupará un puesto de honor entreNuestros clásicos apócrifos.Se presenta como una edición (como las del propio Coll) de poemas inéditos de Carner, pretendidamente auténticos en la primera parte y falsos en la segunda, dedicada casi toda a Jaume Coll, presentado como un vago, egoísta, cancionero, vanidoso, gourmet, tacaño, con tirada a poner pleitos, etc. La gracia es que todo se nos dice en el estilo de Carner, el más fructífero de todos, lo que implica mucha exigencia: una lengua exuberante, una inteligencia refinada y un humor civilizado, a pesar del drama de fondo. Quienes sean el autor o los autores, no son cualesquiera. Un libro así sólo pueden haberlo escrito personas muy acostumbradas a la lectura de Carner y, más aún, poetas –y de primera fila.

Porque el libro está por encima de muchos libros que se publican en papel. De modo que, si yo fuera de la Semana del Libro en Catalán, correría a organizar una presentación de urgencia. Y lo aprovecharía para hacer accesible a todo el mundo a través de internet el poemario.