Empresas con propósito

Belén Viloria: "No sólo es posible ser sostenible sino que es la única forma de ser competitivo"

Directora ejecutiva del movimiento B Corp.

Belén Viloria, directora ejecutiva del movimiento B Corp.
21/12/2024
4 min

BarcelonaDesde hace un año Belén Viloria es la directora ejecutiva de B Corp, un movimiento que pretende dar respuesta a los grandes desafíos globales con una economía más justa, más inclusiva y regenerativa. El cambio se produce impulsando estándares, transformando a las empresas, comunicando el cambio, promoviendo políticas públicas y creando comunidades.

¿Qué es el movimiento B Corp?

— El movimiento B Corp nació hace casi 20 años en Estados Unidos. Tres emprendedores de éxito comprobaron cómo, un año después de vender su empresa a un fondo, no quedaba ninguna de las personas que les habían ayudado a hacer crecer el proyecto. Vieron los impactos negativos que podía tener y decidieron crear algo que protegiera la visión original de la empresa y de las personas. Crearon unos indicadores, unos estándares que miden la sostenibilidad bien entendida. Recogen los impactos social y medioambiental, la transparencia y la gobernanza. La sostenibilidad es asegurar la perdurabilidad de la actividad económica. Para ello, es necesario tener en cuenta no sólo la neutralidad sino el impacto positivo. Los estándares B Corp son los más reconocidos y las empresas encuentran una guía. Nuestra misión es transformar el modelo económico en uno más justo, inclusivo y regenerativo. Para ello, las empresas son clave.

¿Cuáles son los pasos?

— Los estándares son de cumplimiento voluntario y se dividen en cinco grandes áreas: tener propósito, impacto social, impacto medioambiental, transparencia y correcta gobernanza. Además, existen requisitos, como un cambio estatutario, establecer un proceso de mejora continua y realizar acciones concretas en diferentes ámbitos. Nuestra herramienta, que permite identificar, medir y gestionar tu camino hacia la sostenibilidad, es gratuita. Luego llega el proceso de análisis y verificación. Hacemos un gran esfuerzo para que, aunque no se certifiquen, las empresas utilicen nuestra herramienta, porque asegura una buena gestión.

¿Cómo son las empresas que forman parte del movimiento?

— Hay empresas de todo tipo. Con el movimiento intentamos que algunas empresas inspiren al resto, que sean como un faro para ayudar a ver que cuando una empresa no sólo tiene en cuenta los resultados financieros y la rentabilidad, puede tener un impacto social positivo y un impacto medioambiental regenerativo. La sostenibilidad no es cara, es una inversión para tener competitividad. Hay empresas que lo hacen por obligación y otras que lo hacen por conseguir un punto diferencial con los inversores y los clientes. En el mundo existen 9.000 empresas de 161 sectores que son B Corp. En España, cerraremos el año con casi 300 empresas de más de 68 sectores. Un 70% son pymes y el otro 30% grandes empresas. El incremento de grandes empresas comienza a ser relevante. No se limitan a cumplir las legislaciones por obligación sino que adoptan una forma de ser totalmente diferente. El movimiento está cambiando y la transformación se está multiplicando de forma exponencial.

¿Qué peso tiene en Cataluña?

— De las 300 empresas, 109 son catalanas. El movimiento empezó en Cataluña, que es donde tenemos su sede central. El tejido empresarial del territorio es muy grande. Hay B Corps como Danone, Chiesi, Ferrer, Port Aventura, Hiedra, Isdin o Veritas. El crecimiento es del 26%. Estas empresas catalanas representan 4.700 millones de facturación agregada. El proyecto Barcelona+B, que se inició hace dos años, se ha convertido en una referencia. El objetivo es hacer una ciudad más inclusiva y con mayor empleabilidad. Estamos intentando diseñar un proyecto de transformación de la ciudad.

El contexto global es cada vez más inestable. ¿Adaptarse es uno de los grandes retos?

— El mundo vive un momento de muchos cambios y polarizaciones. Estamos viendo conflictos armados que nunca habríamos imaginado. Los desafíos del contexto económico tienen que ver con adaptarse a la inestabilidad. No es fácil encontrar el equilibrio entre intereses económicos, sociales y medioambientales. Las legislaciones europeas están marcando la diferencia con directivos muy ambiciosas. Las inversiones están variando y crecen las de impacto. Hay inversores, por ejemplo, que buscan otros tipos de rentabilidades. A nivel público, está a punto de ponerse en marcha el fondo de inversión social, una iniciativa del gobierno para incentivar a las empresas con impacto social. El gran reto es el cambio de mentalidad. De las empresas pero también de la ciudadanía. A las nuevas generaciones no les vale cualquier cosa. La pandemia fue un punto de inflexión. Otro de los desafíos es que la sostenibilidad se entienda bien y que no se utilice como un lavado de cara.

¿Qué papel tiene la educación?

— La educación es importante. Necesitamos que los cambios sean rápidos, pero la educación necesita otro ritmo. administración pública con la ciudadanía, las organizaciones sociales y la academia. Nosotros desarrollo este apartado de educación porque pensamos que hay un agujero importante para incluir el cambio de mentalidad de modo transversal.

¿Cuál es la nueva etapa que ahora se abre?

— Yo me incorporé en octubre de 2023 para liderar una nueva etapa que debe suponer un escalamiento del movimiento. El movimiento tiene ya una masa crítica muy importante y un gran peso específico. Los líderes de la comunidad tienen ya una gran capacidad de influencia y esto es capaz de provocar cambios legislativos. Lo que pretendemos ahora es tener una mayor presencia en otros territorios y sectores, ya que esto nos permite incidir en las políticas de cambio en los entornos donde se toman las decisiones económicas. El movimiento debe ganar en capilaridad y territorialidad. La nueva etapa busca grandes alianzas estratégicas que nos refuercen como palanca de cambio. La primera gran alianza estratégica fue con Mobile World Capital para promover la sostenibilidad en el sector tecnológico y digital.

¿Cuál es la ambición?

— Nuestro objetivo es convertirnos con los nuevos estándares en el referente del conocimiento empresarial y económico del siglo XXI. No sólo es posible ser sostenible sino que es la única forma de ser competitivo. Los estándares evolucionan y serán más concretos y específicos. Los indicadores nos dan un conocimiento económico y empresarial que debe ser inspirador. Hemos tenido reuniones tanto con el gobierno como con casi todos los grupos parlamentarios para hacerles llegar esa sensibilidad social.

Comunicar es clave, ¿verdad?

— Sí, nosotros tenemos muchas campañas en marcha para llegar a los ciudadanos, que son consumidores y clientes. Hemos hecho un gran esfuerzo con la campaña El futuro se escribe con B. Si unimos a las empresas para difundir el mismo mensaje, el altavoz es mucho mayor. La campaña ha impactado en 25 millones de personas. El podcast Ser B o no ser también ha obtenido un gran impacto.

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