Por qué la transición energética te puede ayudar en el crecimiento de tu empresa
Las compañías que apuestan por descarbonizar su actividad no sólo ahorran en la factura energética, sino que hacen aumentar su rentabilidad y reputación y, por tanto, adoptan una posición estratégica para abrirse a nuevos mercados y afrontar nuevas oportunidades
En un entorno en continua evolución como el actual, las empresas se enfrentan a un triple desafío: la digitalización, la globalización y la descarbonización de su actividad. No es ningún secreto que, para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible que Naciones Unidas ha fijado para 2030, todas deben adoptar una estrategia sostenible en el seno del negocio, que abarque la totalidad de los procesos, especialmente los de carácter industrial, responsables de un buen grosor de emisiones de CO₂ a la atmósfera.
Por suerte, las que ya han iniciado la carrera hacia la descarbonización son muchas, hasta el punto de que, en 2023, casi el 30% de la nueva financiación emitida a largo plazo por BBVA se destinó a proyectos empresariales sostenibles. El año pasado, la entidad movilizó a España casi 30.000 millones de euros en negocio sostenible, una apuesta que sobre todo se puso de manifiesto en las pymes, en las que la financiación de la entidad destinada a estos proyectos se duplicó respecto al año 2022.
Cálculo y compensación de emisiones
Las empresas tienen un gran reto pero también la oportunidad de marcar la diferencia en un entorno altamente competitivo. Y es que cuando una compañía apuesta por la eficiencia energética no implica sólo comprometerse con la transición hacia un mundo más verde, inclusivo y justo, sino que puede suponer también un ahorro de costes y una fuente de oportunidades para el negocio. Tal y como subrayan desde el BBVA, a través de inversiones como la renovación de sus equipos de producción, la implantación de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico y la adopción de prácticas de gestión energética avanzadas, "las empresas pueden reducir significativamente la gasto energético y mejorar su rentabilidad".
De hecho, el BBVA lleva años acompañando a las empresas en su transición energética. Lo hace a través de financiación, pero también con soluciones digitales y un equipo especializado para ayudar a los clientes a alcanzar sus metas. Sin ir más lejos, la entidad fue pionera lanzando una aplicación que permite a empresas y particulares no sólo medir la huella ambiental de sus actividades diarias, de carbono e hídrica, sino también implementar medidas, verificar las mejoras conseguidas y proporcionar mecanismos de compensación en los casos que sea necesario.
Inversión en 'cleantech'
La península Ibérica se posiciona en la vanguardia de la revolución de las tecnologías limpias o tecnología limpia en Europa. Un sector que se estima que creará 2,65 millones de nuevos puestos de trabajo y movilizará 150.000 millones de euros de inversión en la región hasta 2030. Así lo revela uninformeliderado por BBVA y Cleantech for Iberia, coalición que impulsa el potencial de España y Portugal como centro de energía y tecnologías limpias de la Unión Europea.
Consciente de que las cleantech o tecnologías limpias son primordiales para descarbonizar la economía, el BBVA está redoblando financiación e inversión, especialmente en hidrógeno y biocombustibles, almacenamiento de energía, movilidad y tecnologías de captura de carbono. Para cerrar el círculo, la entidad fomenta acciones de divulgación y reconoce las prácticas sostenibles que tienen lugar en el seno del sector, con galardones como los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles, que a lo largo de sus cinco ediciones han reconocido un total de 46 pymes y autónomos que trabajan para generar un impacto positivo en su entorno.
Uno de los sectores económicos que más claramente está demostrando su potencial en lo que se refiere a la descarbonización es el agroalimentario. No en vano se trata de un sector cada vez más tecnificado y con más ideas innovadoras en lo que respecta a sus productos, procesos y modelos de negocio. En algunos ámbitos como el regadío o el manejo de ganado tanto intensivo como extensivo, esta digitalización se está produciendo de forma acelerada y cada vez más relevante. Un despliegue al que BBVA también ha querido contribuir diseñando herramientas que facilitan esta digitalización en actividades como el control del riego, la gestión del ganado y de los pastos o la reducción de la huella de carbono.