Victoria clara de Meloni, que se consolida en Italia y quiere ser decisiva en Bruselas

RomaNo por esperado es menos impactante. Pero la solvente victoria este domingo de Giorgia Meloni ante los socialdemócratas la sitúan exactamente dónde quería. En Roma consolida su obra de gobierno después de casi dos años como primera ministra –todo un hito en Italia–, y en Europa se erige en la cara visible de la extrema derecha "amable", que buscará formar parte de la nueva Comisión Europea. Sin duda, la mandataria italiana es una de las grandes triunfadoras de estas elecciones europeas.

Con el 97% escrutado, Meloni obtiene un 28,82%, por encima del 26% que obtuvo en las elecciones generales italianas que la convirtieron en primera ministra. En segundo lugar, queda el Partido Democrático, de centroizquierda, con el 24% de los votos; por delante del Movimiento 5 Estrellas, también en la oposición, que se queda con un 9,9%. Los dos socios de Meloni en el gobierno, Fuerza Italia y la Liga de Matteo Salvini, obtienen un 9,7% y un 9,1% respectivamente.

Falta ver si con estos resultados, junto con dos años de pragmatismo económico y apoyo a Ucrania, será suficiente para ser aceptada íntegramente en el establishment europeo. Por el momento, durante la campaña electoral, la propia presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo (PPE), Ursula von der Leyen, abrió la puerta por primera vez a romper el cordón sanitario ya pactar con el partido de la primera ministra Meloni. Desde que llegó al poder de Roma, Meloni ha protagonizado un proceso de normalización expreso en Bruselas. Pese a los vínculos de su partido con el neofascismo, los mandatarios comunitarios han acabado por abrazar a Meloni, sobre todo después de que la primera ministra asegurara que no pondría bastones en las ruedas a políticas importantes de los Veintisiete, sobre todo al envío de armamento y apoyo económico en Ucrania.

Meloni, además, necesita Bruselas para cumplir parte de sus promesas electorales en inmigración y economía. Con una oposición dividida entre el PD y el Movimiento 5 Estrellas, la coalición de extrema derecha que gobierna Italia sabía que el principal freno a sus iniciativas podría llegar de fuera de las fronteras del país transalpino.

Se teme el adiós de Salvini

Pese al protagonismo de Meloni, el líder que realmente se jugaba su futuro era el también ultraderechista líder de la Liga, Matteo Salvini. El gran vencedor de los comicios de 2019 con un 34,26% obtendría ahora un 9%, un resultado por debajo del objetivo mínimo que posiblemente abrirá la puerta a un adiós de Salvini después de once años de liderazgo.

La Liga sería la quinta fuerza de Italia y, decisivamente, caería detrás de la conservadora Fuerza Italia, el partido fundado por el difunto Silvio Berlusconi. Mantenerse por delante de Fuerza Italia era visto como una línea roja para la Liga, que para conseguirlo fichó como candidato al polémico exgeneral del ejército Roberto Vannacci, conocido por sus opiniones homófobas y abiertamente racistas.

En unas elecciones sin grandes sorpresas, el único resultado que llama la atención es el buen comportamiento del PD, que podría superar sus resultados de 2019, cuando obtuvieron un 22,74%. Estos resultados reforzarían el liderazgo de Ely Schlein, muy contestada en el partido, que la consolidarían como jefe de la oposición tras los pobres resultados del Movimiento 5 Estrellas.

A nivel interno, los resultados contribuirán a que Meloni incremente aún más su peso dentro de la coalición de gobierno, con posibles cambios en carteras relacionadas con la economía, y que salga adelante su polémica reforma constitucional para cambiar la manera de elegir al primer ministro.