Arola Poch: "Se puede vivir sin tener relaciones sexuales"

BarcelonaEl verano es el escenario más propicio para el sexo. Incluso los estudios científicos lo avalan: el sol genera vitamina D, vinculada con la testosterona, que hace que tengamos más deseo. Más allá de la biología, todo son factores estimulantes: tener vacaciones, menos estrés y menos ropa. Pero ¿cuál es la ecuación para el sexo? "Tiempo y actitud mental", responde Arola Poch (Barcelona, 1980), psicóloga y sexóloga, y una de las divulgadoras más populares en los medios y las redes sociales. "Si yo erotizo mi mente, sea con fantasías, leyendo o con películas, la mente hace mover el resto del cuerpo y acabará apareciendo el deseo. El sexo no lo tenemos en los genitales, lo tenemos en la cabeza", explica.

Claro que también ocurre lo contrario: "Sin ganas, curiosidad o interés, el cuerpo se irá durmiendo –dice–. Y no pasa nada, no es obligatorio, por supuesto. Se puede vivir perfectamente sin tener relaciones sexuales. El mito del depósito de deseo que se va llenando y un día explota no es verdad". Aquí Poch toca un tema delicado. Porque si el sexo es un tabú, no tener sexo también lo es. ¿El sexo define cómo está la pareja? Si una pareja no tiene sexo, ¿no es ya una pareja? "Las parejas pasan circunstancias diversas. La secuencia habitual es que al inicio haya más pasión y eso se vaya relajando. Además, el día a día puede matar a la pasión, porque el morbo se alimenta de lo desconocido. Para mí, lo que no debe perderse nunca es la intimidad, las caricias y los besos. Y también se pueden hacer cosas para mantener las ganas de sexo".

Pongamos que el verano ha sido satisfactorio. Ahora que ya está acabando, ¿qué recetas puede dar para alargar la temporada alta? Los expertos recomiendan, si es necesario, planificar el sexo, aunque parezca de loseros. "Puede parecer que no tiene morbo, pero yo creo que tiene más cosas positivas que negativas. Porque se le hace espacio al sexo, porque te preparas la cita, puedes jugar a anticipar el placer y porque a veces la interacción física despierta el deseo", explica. Poch recomienda también hablar de sexo y de las fantasías sexuales porqué, se lleven a cabo o no, "ya es preparar el contexto, y todo esto son los preliminares".

Curiosamente, hay quien considera que una vía para reactivar el matrimonio es teniendo sexo con otras personas, sea abriendo la pareja o siendo infiel. "Si mantengo el cuerpo y la mente activa sexualmente tendré más ganas de tener relaciones sexuales. El sexo alimenta al sexo. Ahora bien, mejor hacerlo de forma honesta y transparente", resuelve la sexóloga, que en su consulta responde sobre cómo se puede abrir (bien) la pareja.

Uno de los tabúes que le gusta tumbar es que el instinto masculino es irrefrenable: "Te puedes controlar, no fotem. Somos animales, pero racionales. La sexualidad es biológica, pero también psicológica y social. Que ellos siempre tengan más ganas es un estereotipo", afirma. De hecho, Poch está especializada en diversidad relacional y en sexualidad no normativa, como las prácticas BDSM o fetichistas, que no son tan minoritarias como podemos pensar. "Hay personas que no viven bien que les gusten prácticas que no son consideradas normales, porque la sexualidad es muy cultural. Pero todo lo que se haga de forma sana, responsable y consensuada, que son los mínimos, si te hace sentir bien, está bien", defiende. Ella recomienda probarlo en casa. "La liberación sexual no es hacer muchas cosas y probarlo todo, es entender que hay muchas posibilidades, no tener prejuicios y saber que no debes autolimitarte, pero hasta donde quieras. La diversidad en sexualidad es lo que nos define".