Leemos en el ARA un artículo de Andrei Boar titulado: "¿Qué puedo hacer para asegurar que me paguen el alquiler?" Es un texto, naturalmente, dedicado a los pequeños propietarios, no a los grandes tenedores. A quienes –conozco casos– tienen alquilado el piso que todavía están pagando oa quienes han pagado toda la vida el piso para alquilarlo y tener un complemento para la jubilación. En el reportaje leemos: “Sin duda se deben dar garantías a los inquilinos para evitar abusos, pero también deben darse a los propietarios; si no, la oferta se hundirá aún más y ni buscando ni subiendo los precios se encontrará vivienda disponible”.
Entiendo que los inquilinos se manifiesten, porque la vivienda en Barcelona es locamente cara. Pero no puede bajarse el precio de los alquileres sin bajar previamente el de los pisos de compra y las condiciones hipotecarias. Lo que está pagando un piso lo alquila para cubrir la hipoteca y obtener un beneficio. No lo alquilará si pierde dinero. ¿Por qué debería hacerlo? Sería mejor venderlo. Cuando un inquilino dice que va a hacer “huelga” sabe que puede estar seis meses sin pagar y no le pasará nada. El hipotecado, en cambio, no puede dejar de pagar su hipoteca, porque se quedará sin piso. Por otro lado, este inquilino dispuesto a hacer huelga compite –y de ahí llora la criatura– con extranjeros con alto poder adquisitivo que vienen a trabajar a la cada vez menos auténtica y más deslocalizada Barcelona. Yo, cuando paseo por el centro de esta ciudad (que me expulsó, felizmente, por los precios) y leo Burguer. Best in town, ya entiendo que no me hablan a mí.
Si hay que bajar los alquileres se debe garantizar el cobro al propietario (hay seguros, sí, pero vale dinero), para que no dé tanto miedo alquilar. Y hay que incentivar fiscalmente a quien baje precios. Si no, ¿por qué sólo el alquiler? ¿Por qué no la cuota de autónomo o la luz?
