A favor de los pezones (todavía hay que decirlo)

Hace unas semanas asistí a la Xona Xou, un espectáculo teatral de Marta Pontnou y Laura Fa a favor de las mujeres potentes y con sentido del humor. Y lo hice luciendo un vestido dorado despampanante. Llevaba la espalda al aire y en vez de comprarme un sujetador de esos que parecen diseñados por la NASA para que no se vean o de engancharme unos círculos adhesivos en los senos, elegí no llevar nada. Y claro, se marcaban los pezones, lo que para muchas personas es terrible, terrible. Terribilísimo. Pero allí, rodeada de mujeres potentes y maravillosas, no me frené a la hora de declarar que en mi mundo los pezones desacomplejados (o sea, todos) son bienvenidos. A todo el mundo le pareció perfecto y nos pusimos a hablar de la absurdidad de esconder los pezones y de evitar que se marquen bajo la ropa. Algunas de estas mujeres admitieron que debajo de las camisetas y los bodis ajustados llevaban tiras adhesivas que solo tienen la función de tapar los pezones, y que no tenía ningún sentido. Los pezones forman parte de nuestro cuerpo, de nuestra anatomía, y caparlos bajo pegatinas, telas rígidas y otras trampas solo para que no se marquen lanza el mensaje de que estos centímetros de piel son absolutamente indignos.

Lo que queda claro es que los pechos de las mujeres siguen dando miedo. Por eso pasan los años y el colectivo Femen insiste en mostrarlos para reivindicar actos de injusticia machista. Y no es por casualidad que cuando las mujeres bailábamos la canción Mamá de Rigoberta Bandini, y en un gesto de reivindicación y libertad mostrábamos nuestras tetas, las caras de según quién eran un poema, por no hablar del escándalo que se organizó cuando las cantantes Rocío Saiz y Eva Amaral mostraron sus tetas en sus conciertos en el año 2023. Y aunque se ha hablado mucho de ello, me gusta recordar que en la red social Instagram está prohibido mostrar los pezones de las mujeres. Lo vuelvo a escribir y en mayúscula porque lo hemos normalizado tanto que ya no nos escandaliza: EN INSTAGRAM ESTÁN PROHIBIDOS LOS PEZONES DE LAS MUJERES. Y lo aceptamos porque nos sentimos impotentes y no sabemos cómo combatirlo, pero también porque hemos integrado que estos centímetros de cuerpo tienen algo vergonzoso, pecaminoso y sexualizado.

Cargando
No hay anuncios

Pero no todo está perdido. Estos últimos años han surgido movimientos como el #freethenipples o el #braless que proponen vestir sin sujetadores si es que nos apetece. Y aunque en la playa el topless vive un claro retroceso, también es cierto que cada vez veo a más chicas jóvenes que permiten que se les marquen los pezones bajo la ropa sin darle más importancia. Y aquí las mujeres maduras tenemos un camino por recorrer porque en este tema demasiadas veces nos dejamos llevar por la convención. Yo estoy experimentando otro camino: vestir como quiero, con o sin sujetador, con comodidad y libertad, tratando de no dejarme condicionar por presiones absurdas. Y experimentando el propio cuerpo como lo que es: un contenedor de vida, la mía, libre y digna y sin nada de lo que haya que avergonzarse.