Un libro, una rosa y una radio
Las audiencias de la radio en catalán son extraordinarias. Según el Estudi General de Mitjans publicado ayer, la cuarta emisora más escuchada (el campo de trabajo es España) es RAC1, con un millón de oyentes, más que Radio Nacional en toda España, y la séptima es Catalunya Ràdio, con 777.000. Para entender la fuerza de la radio hecha en catalán en Catalunya, estos datos pueden servir: los dos canales vascos sumados hacen 270.000 oyentes, Canal Sur alcanza los 239.000 y Radio Galega en los 118.000. Quien quiera dirigirse a la sociedad catalana debe pasar por canales catalanes.
Seguro que la lengua y los temas de proximidad son decisivos en este medio, pero estos factores sólo no explican todo su éxito. Porque, para empezar, la radio de aquí explica el mundo en catalán a los catalanes, al igual que hacen las principales cadenas del mundo en sus respectivos países. No hace falta pasar por Madrid, ni por Londres o por Washington, para saber qué pasa en el mundo. Y en Catalunya siempre se ha realizado muy buena radio. La semilla la plantaron los recuperadores de la lengua en la antena, los adaptadores de formatos clásico y los creadores de formatos propios, que llevan décadas realizando y realizando un gran trabajo, que continúa la excelencia de lo que se llamó "la escuela de Barcelona", que era tenida por más moderna, menos oficialista y más europea, y que ha sido más moderna, menos oficialista y más europea.
El dominio de la radio en catalán no es de ahora, pues, ni empezó con el Proceso, y es una señal de soberanía informativa general, de deportes y de entretenimiento, con el suyo propiostar system.Si queréis explicar la diferencia cultural catalana en el mundo enséñales las cifras de audiencia, que hablan por sí solas.