Un llamamiento a la acción

No me quito de la cabeza la secuencia de un hombre que avanzaba con dificultad para aguantarse de pie, bajo un aguacero, con el agua hasta las rodillas, por una calle inundada de la franja de Gaza. En los brazos llevaba el cadáver de una criatura, envuelto en una sábana. Incluso una cultura como la nuestra, en la que nos hemos acostumbrado a que los informativos sean una competición para captar nuestra atención a base de una sucesión de imágenes dramáticas (con el consuelo de que después de la pausa vendrán los deportes y podremos respirar ), la tragedia de aquel hombre era especialmente insufrible. ¿Qué desgracia más le podía ocurrir? Es comprensible que personas como aquélla digan que a veces sienten envidia de los muertos por los bombardeos. la dimensión relativa de nuestros problemas.

Hay llamadas a la acción que están a nuestro alcance, y algunas, incluso, no piden mucho a cambio. Por ejemplo, asistir al festival que este domingo, a las 12 del mediodía, tendrá lugar en la parroquia de Santa Anna, junto a la plaza Catalunya de Barcelona, ​​que ya hace años que se ha convertido en un lugar de acogida ( hospital de campaña, dijo el papa Francisco) para personas sin techo. Mañana actuarán, entre otros, David Carabén y Mag Lari, en una matinal que será presentada por Albert Om y Eva Arderius.

Los voluntarios de Santa Anna, encabezados por Peio Sánchez y Viqui Molins , trabajan cada día para que unas vidas durísimas lo sean un poco menos, con atención médica, una comida caliente, orientación para encontrar un trabajo y un techo y, sobre todo, con un abrazo. Mañana somos nosotros los que les podemos echar una mano.