Niños vivos, niños muertos

Tam-tam. Y tantarantam, dicen que sacarán pantallas de las escuelas.

Que sí, que esto: la ortografía, la mala-sua-todo, el tantosemenfotismo, el melindrismo… El todo y el nada. gato, Son Goku y la acelga soleada haciendo la fotosíntesis. Pero algunos humanos, que sólo tienen de título una etiqueta de Anís del Mono, creen que no. porque-yo-lo-valgo. Yo-no-soy-tonto. Yo-yo. Sí-sí. Fábricas de ihás-ihós. Burros en serie creyéndose que son espabilados y no saben hacer la o con un canuto. Vienen de serie. Lobotomizados desde casa. Cabezas tuneadas a domicilio. En muchas familias comienza la para-farsa-pedagógica. Y en la escuela esto no se arregla ni con un mazo, ni con aguarrás. Y si además le jodes queroseno como método pedagógico… Hace tiempo que pasa.

Lo que está pasando es que desde infantil hasta la universidad tenemos alumnos bien preparados existencialmente, anímicamente, académicamente, esforzadamente… Y ante la avalancha de analfabetos que los rodean se cierran, se aíslan, abandonan, enloquecen… Ocurre esto: que lo que muchos hemos aprendido, lo hemos aprendido, lo que hemos aprendido, viene de país: familia, escuela, trabajo, calle, nube, membrana sensorial… La división entre unas educaciones familiares y escolares y otras es total. Dos carreteras, quizás todavía paralelos, pero que ya no se tocan y se van separando, alejando…

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En 1994 empezaba teniéndolo todo en contra de la Facultad de Comunicación Blanquerna. Sólo tenía la pedagogía de la ilusión, la aventura, la fragilidad, la fuerza, la energía. Hace treinta años de la primera promoción y Miquel Tresserres, primer decano, nos dice unas palabras a los que ahora estamos a la sirga del funambulismo existencial. Pero siempre es necesario eso. Habla, Miquel: "Participar como actores apasionados en el convite universitario, en el convite que es la vida. La historia de cada uno es una epopeya de sorpresas e imprevistos… El convite y el combate de la vida. Donde la comunicación informa y engaña al mismo tiempo. medias y mentiras no para, y en el convite apasionado de la vida vamos aprendiendo que los mejores momentos son los de la comunicación interpersonal: franca, libre, inteligente, no sabríamos vivir en un mundo demasiado quieto”. Gracias.

Hay una pedagogía que enseña todo lo contrario: que no hay convite ni combate en la vida. Que es necesario aprender a estar quieto. Encefalograma plano. Identidad vegetal. Prescriptores del vacío. Vagos simulando ser trabajadores. Listos sin letra. Drogadictos emocionales. Dictadores de la felicidad. Analfabetos existenciales. Porque existe una pedagogía de los vivos y una pedagogía de los muertos. Necesitamos personas, no cadáveres. Porque los niños no deben morir ni en el presente, ni en el futuro. Porque así todo muere: sin la pedagogía del banquete y el combate.