Lo que no va como un cohete
La Fundación Jordi Comas Matamala ha celebrado la 8ª jornada de Turismo, Territorio y Sociedad en el Auditorio de los Jardines de Cap Roig, en Calella de Palafrugell. Esta cita me ha permitido sentir de cerca las explicaciones de dos ingenieros expertos en la red ferroviaria, Isabel Pardo de Vera, que fue durante un año y medio secretaria de estado de Infraestructuras y presidenta de Adif, y Pere Macias, comisionado para el traspaso integral de Cercanías.
El elefante que había en la habitación ya pueden imaginarlo, y algunos datos ayudarán a entender el contexto del que venimos: en España, durante los doce años comprendidos entre el 2007 y el 2019, no se compró ni uno solo tren nuevo. Y hubo años del máximo desarrollo del sistema radial de trenes de alta velocidad que el presupuesto para toda la red convencional ferroviaria española (todo lo que no era AVE) fue de 250 millones de euros. Si no se compran trenes, si no se mantienen las líneas, si no nos construyen dobles vías, como quieren que para ir a Puigcerdà no tengas que despedirte de la familia como si estuviéramos en la posguerra, o que Manlleu no tenga una estación donde la pared cae a pedazos? España es el segundo país del mundo con más kilómetros de tren de alta velocidad, después de China, pero lidera también la clasificación de ineficiencia de la red.
En la conversación salió la necesidad de lealtad institucional y cooperación entre administraciones. El deseo está muy bien, pero la realidad es un mapa radial con apariencia de servicio, porque es necesario leerlo como una declaración de principios. Y por eso tardaremos todavía seis años en tener una red de Cercanías dignas de ese nombre.