'Que no salga de aquí'
El guardameta del Barça, Marc-André ter Stegen, emitió un comunicado muy dolido con los presentadores del programa Que no salga de aquí, porque difundieron un rumor –doloroso– sobre su divorcio.
Alguien puede decir que Catalunya Ràdio tiene otras obligaciones que una privada y que no debe haber un programa de lavadero. Pero las obligaciones -musicales, de libros, de territorio, de feminismo- las cumple y con éxito. Hace unos años, hacer Crímenes o Euforia también habría sido impensable. Decía Benet y Jornet que no seríamos un país normal hasta que no tuviéramos "programas de lavadero en catalán". Tenemos derecho a mal gusto, banalidad y vulgaridad en nuestra lengua para poder quejarnos, como todo el mundo. Si, por exquisitez, renunciamos a estos programas en catalán, el espacio simplemente estará ocupado por otra lengua y su propio marco nacional.
Así, me sorprende que el Colegio de Periodistas y el Consejo de la Información de Catalunya acusen a la emisora de mala praxis por haber "vulnerado los principios éticos del código deontológico del periodismo". Es como si ahora la Academia Catalana de Gastronomía hiciera un comunicado para decir que en el Bar Manolo el pan es de gasolinera. Si ese rumor tan feo se hubiera difundido en las noticias de RAC1, sería distinto. El decano del Colegio de Periodistas habría tenido que amonestar al jefe de informativos. Y pongo este ejemplo porque, como el decano de los periodistas y el jefe de informativos de RAC1 son la misma persona, entiendo que todo habría terminado bien.
Con esto quiero decir que acusar la emisora –toda ella– de vulnerar el código deontológico quizás lo vulnera. El periodista Jofre Llombart lunes tuiteaba que no ha habido ningún comunicado como éste en casos de nuestra historia reciente y en programas informativos. No recuerdo con Tamara Carrasco, acusada en informativos de terrorista, ni con las cuentas falsas de Xavier Trias, ni con los profesores de Sant Andreu de la Barca... Aquí hablamos de los presentadores de un programa juvenil, de tono ligero, que ya han pedido perdón.