El nuevo éxito tóxico para adolescentes
Estos últimos días la película A través de mi ventana se columpia dentro del top-5 de Netflix. TikTok ha servido de estrategia propagandística para catapultarla a los primeros lugares de consumo de la plataforma y se ha hecho muy popular entre el público adolescente.
La película se ajusta a los patrones más tradicionales para vender como aspiracional una relación sentimental entre dos estudiantes de bachillerato. Esta es la única trama de la historia. Ahora bien, en realidad es un drama en el que normalizan una relación de pareja tóxica y peligrosa camuflándola de apasionada y romántica con final feliz. Una especie de Cincuenta sombras de Grey en versión púber. Los protagonistas hablan cuchicheando y jadean constantemente para expresar su deseo. Con la sonorización deficiente habitual, es mejor poner los subtítulos porque al final no sabes si hablan o solo exhalan de placer. Como mínimo, el letrero te lo aclara entre corchetes: "[jadea]".
La protagonista de A través de mi ventana es una chica de familia humilde que desde la ventana de su habitación espía a su vecino rico, el hijo mediano de los Hidalgo, que todo el día fortalece su musculatura sin camiseta en el balcón. La pareja se conocerá y él, por herencia familiar, la tratará mal. La tildará de bruja y con cara de asco le dará órdenes como “Péinate más a menudo” o “Ordena tú habitación” para hacerla sentir mal. El guion es terrible y construido a partir de sentencias grandilocuentes lamentables como “El karma es una mierda, dios griego” o “El mundo es un campo de minas y nosotros tenemos pies de Bigfoot”. Cuando la protagonista expresa cierto temor por volver sola a casa él le dice que solo la acompañará si se deja dar un beso. También irrumpirá por sorpresa dentro de su habitación, la acosará y después de mantener relaciones sexuales con ella la rechazará ignorándola. Descubriremos que el pobre chico, todo el día con cara de asco, se comporta así por culpa de un padre autoritario que le prohíbe enamorarse y expresar sus sentimientos. Por lo tanto, obligarán a la chica (y a la audiencia) a compadecer al imbécil prepotente porque acumula traumas de niñez. Mientras tanto, ella mantendrá una conducta frágil y dependiente que, en el futuro, la beneficiará. Conseguirá cambiar a su enamorado y enseñarle a querer. Representa a la mujer abnegada que aguanta humillaciones porque al final tiene recompensa. La relación tóxica se romantiza y se convierte en apasionada por los múltiples obstáculos que él provoca. La chica siempre cede por pena hasta obtener el premio final: que el protagonista sexi se convierta en un hombre maravilloso. La película vende las relaciones enfermizas como una historia de superación hasta conseguir al príncipe azul. Un engaño peligroso. A través de mi ventana transmite que la angustia en las relaciones de pareja es romántica, refuerza el vínculo, y que el sufrimiento es inherente al amor verdadero.
No hace falta que la veáis, pero como sociedad tenemos que ser conscientes del desecho que Netflix sirve con bandeja de plata a las generaciones más jóvenes para entender el caldo de cultivo en el que a veces se ahogan.