Un 'reality' para combatir el sida

En plena pandemia del sida a finales de los años 80 y principios de los 90, la televisión intentó convertirse en una herramienta pedagógica para paliar el terrible rechazo social que los mismos medios habían construido alrededor del VIH.

El año 1992 la MTV creó un reality que consistía en juntar seis jóvenes de diferentes clases socioeconómicas y diversidad racial para que convivieran en un piso de Nueva York. El éxito fue tan grande que crearon nuevas temporadas que se desarrollaban en diferentes ciudades de los Estados Unidos. El año 1994 se estrenó The Real World: San Francisco y la edición generó una gran expectativa porque uno de los integrantes del grupo era seropositivo. Inicialmente el programa no identificó de cuál de ellos se trataba para demostrar que una persona infectada no presentaba ninguna singularidad a nivel humano. Podía ser cualquiera. Fue la misma dinámica de los participantes la que lo acabó revelando. Se trataba de Pedro Zamora, un joven de origen cubano que se ganó el afecto de la audiencia y de los compañeros de piso enseguida. No solo tenía un encanto especial sino que supo convertir aquella situación en una oportunidad magnífica para hacer pedagogía para centenares de miles de espectadores a la vez. De hecho, la dirección del programa lo incluyó en el casting porque conocían el buen trabajo que estaba haciendo en escuelas, institutos y espacios de televisión para combatir los estigmas del sida y las mentiras que se creaban alrededor de la enfermedad dando consejos a los más jóvenes para que tomaran precauciones. Gracias al programa, Pedro Zamora se hizo famoso en Estados Unidos y llevó el mensaje adecuado y una historia real a todas las casas. Que un concursante tan querido confesara que seguramente no llegaría a celebrar su trigésimo aniversario conmovió a la audiencia, que le dio un apoyo incondicional. Pero los acontecimientos cambiaron de manera repentina. A media temporada, Pedro Zamora tuvo que ser ingresado, la enfermedad se desarrolló de manera feroz y el final de temporada acabó siendo trágico. El presidente Clinton facilitó la entrada de sus hermanos a Estados Unidos desde Cuba para que estuvieran con él en sus últimos días de vida. La noche antes de su muerte, el 10 de noviembre de 1994, los compañeros de programa se reunieron con él. Y al día siguiente por la mañana murió. Justo el día siguiente de la emisión del último capítulo de TheReal World: San Francisco, que le había hecho famoso. En su funeral, Clinton puso énfasis en la tarea pedagógica de Pedro Zamora para mandar un mensaje a la población: “En los últimos tiempos Pedro se ha convertido en un miembro más de nuestras familias. Ahora no hay ninguna persona en Estados Unidos que pueda decir que no conoce a nadie que tenga el sida. Ahora nos toca a nosotros hacer algo al respeto y que la lucha de Pedro continúe”. 

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Seguramente, aquella temporada de TheReal World se convirtió en el único reality de la historia de la televisión con una verdadera función social.