Rosalía citando a Simone Weil

Al nivel de reconocimiento mundial que acaba de obtener Rosalía no se llega si no es con gran talento, amor por el oficio y muchas horas de trabajo. Tras unos éxitos que pudo alargar, Rosalía arriesgó, llevó el pop a nuevos límites y logró el 10 de la crítica y el público.

A mí tampoco me gusta el reggaetón, con ese fraseo de vago recién levantado a las cuatro de la tarde, y con el flamenco me pasa lo mismo que contaba Toni Soler en la contra de ayer. Quiero decir que Rosalía no ha hecho hasta ahora el tipo de música que escucho, pero no hace falta ser un fan para percibir la inteligencia de alguien que es capaz de hacerse cargo del estado de ánimo del mundo y proponerle una salida contemplativa, de acuerdo con su idea de que los buenos artistas no son los que te dan lo que quieres, sino lo que quieres.

En una entrevista al The New York Times, Rosalía explicaba que entre sus lecturas había habido una biografía de Simone Weil. Justamente, Edicions 62 acaba de publicar la traducción al catalán del libro del filósofo coreano Byung-Chul Han, titulado Sobre Dios, pensar con Simone Weil, donde aparecen pensamientos del tipo "La atención hoy está tan agitada que le falta verticalidad. Nuestra atención se pierde, absorta en el consumo de estímulos [...]. Nuestro presente es pobre en genialidad creativa debido a la falta de atención". Rosalía vive con atención.

Si con Lux estamos ante un contradictoriomindfulnessmusical para que actúe de analgésico (y de superventas), y se ha limitado a fagocitar áreas de la música y el pensamiento que no son habituales en el sector, el tiempo lo dirá. Pero la inteligencia que ha desplegado hace pensar que no, y que ya está en la categoría de catalana universal.