Son unos inútiles totales, ministro Puente
Que funcionen los trenes es un mínimo. No es ningún lujo, es una necesidad diaria de cientos de miles de personas. Y no puede ser tan difícil que vayan bien. No se trata de poner a un hombre en la Luna, ni de enviar una nave a Marte, ni de descubrir el remedio contra el cáncer. Estamos hablando de que funcione una red regional de trenes en un país de la Unión Europea. Debería ser lo más normal del mundo, pero no lo es. En Cercanías de Catalunya no lo es.
Cuando una administración no es capaz de garantizar la normalidad de un servicio tan básico, esta administración es inútil y sus responsables son unos inútiles, empezando por el ministro y continuando por los jefes de la compañía encargada del servicio. Unos inútiles totales, ministro Puente. Y si el problema es de seguridad, ¿dónde están los planes de coordinación con los Mossos y las inversiones en seguridad para que no pueda ser tan fácil ir a hacer daño con un robo de cobre?
Oigo que el gobierno español dice que lo de hoy podría haber sido "sabotaje intencionado". Me lo han sacado de la boca. Sí, es un sabotaje intencionado, es la asfixia premeditada de la que habló Trias Fargas. Nos sabemos de memoria la desinversión histórica en Cercanías, que apenas esta década se está intentando paliar. Nos sabemos de memoria la historia del Reino de España votando contra el Corredor Mediterráneo en la UE y todos los demás países votando a favor. Y hemos visto con nuestros propios ojos la construcción de miles de kilómetros de AVE que ningún país del mundo puede permitirse en forma de mapa radial. O sea que sí, que es un sabotaje intencionado por acción, por omisión y por incapacidad de los políticos catalanes de hacerse respetar.