ANTES DE AHORA

Tarraco según el erudito Adolf Schulten (1931)

Piezas históricas

Gonçal de Reparaz (fill)
y Gonçal de Reparaz (fill)

Del artículo de Gonçal de Reparaz y Ruiz (Sèvres, Francia, 1901 - Lima, 1984) a 'La Publicidad' (27-III-1931). Hijo de diplomático, discípulo del geógrafo Pau Vila y colaborador en misiones exteriores de la República durante la guerra. La Sección de Filosofía y Ciencias Sociales del IEC celebra hoy en Tarragona su segunda jornada de trabajo sobre sociedad, economía industrial, geografía urbana y arqueología de esta ciudad.

El alemán Adolf Schulten [Elberfeld, 1870 - Erlangen, 1960] es un hombre infatigable. El erudito profesor de la Universidad de Erlangen da a luz sin reposo estudios de alto valor sobre nuestra península. Nadie como él ha investigado tan a fondo su protohistoria y su historia antigua. […] En el artículo "Tarraco" de la Realencyclopädie der classischen Altertumswissenschaft de Pauly y Wissowa, Schulten ha recogido el resultado de las más recientes investigaciones sobre la vieja ciudad ibérica y romana. Dice él que los autores latinos no le llamaban exclusivamente Tarraco: los hubo que le dieron el nombre de Tarracona, cercano al actual. El Tulcis –difícilmente reconocerá bajo este nombre el Francolí actual...– se lanzaba en una pequeña bahía que sus aluviones llenaron posteriormente, bahía que servía de puerto, aunque mal protegida del Levante. Según Schulten, parece confirmarse la suposición, ya avanzada en el Antigor, que fueron los tirsenios, o sea los etruscos preitálicos, sus fundadores, y que recibió el nombre de Tarchon. Según W. Schulze, el nombre viene del gentilicio etrusco"tarchu", que aparece también en el nombre de Tarracina, en el Lacio. El propio Schulten acaba de demostrar en su estudio Die Etrusker in Spanien, publicado el año pasado, que los etruscos habían fundado toda una serie de colonias en la costa levantina ibérica, que hace verosímil la afirmación de Schulze. Lo más complicado de averiguar es si realmente fue fundada por los tirsenios –que ya frecuentaban nuestras costas a partir de 1100 aC aproximadamente– o si su fundación se debió a los etruscos itálicos, cuando, hacia el 550 aC, dominaban la cuenca occidental del Mediterráneo, aliados con los cartagineses. En cualquier caso, a la época de la fundación corresponden los muros ciclópidos que tanta admiración nos causan hoy y que tenían una extensión total de 1.100 my daban a la ciudad una superficie de 18 hectáreas aproximadamente. Los mejores estudios sobre estas murallas extraordinarias han sido realizados por Puig y Cadafalch, Hübner y Pierre Paris. Se encuentra parecidos en Girona y en Sagunto. [...] Posee desde ese momento un título aún más pomposo (los itálicos siempre han tenido la manía de títulos teatrales...): se llama "Colonia Julia Victrix Triumphalis Tarraco". Ignoro si los viajeros, cuando les pedían hacia dónde iban, se pagaban el lujo de salmodiar esta larga frase en caso de que se dirigieran hacia la capital de la Tarraconense!... Sigue después, en el breve (tres llanuras) pero sustanciosísimo artículo de Schulten, el estudio de la época romana en Tarragona, de la organización política y administrativa de la ciudad, cuyos alrededores producían ya en la antigüedad vinos renombrados –correspondientes principalmente al Priorat actual–, como lo atestiguan Plinio, Marcial, Florus y Sili Itálico. Una gran cultura propia no existió en Tarragona: los literatos no acudían demasiado a la ciudad, que no llegó a ser un gran centro intelectual. Por último, Schulten hace la descripción de Tarraco y termina su artículo con la caída del Imperio. Ya antes, en 264, la habían tomado los bárbaros: los francos la dejaron medio destruida. Como sabemos, nunca más alcanzó la gran importancia de Antigor, y en la Edad Media pronto llegó Barcelona a ser el centro político y económico de la Cataluña naciente.