La vergüenza del Valencia

El Cádiz-Valencia no debió reanudarse después de que el jugador del Valencia Diakhaby afirmara que Cala, del Cádiz, le había insultado llamándole “negro de mierda”. La imagen de Diakhaby en la grada y Cala en el terreno de juego era patética. La explicación del capitán José Luis Gayà tras el partido, también: “Nos han dicho que teníamos que salir porque si no nos iban a quitar tres puntos y quizás alguno más. Diakhaby no estaba para jugar, él estaba hundido y estoy completamente seguro de que dice la verdad. Estamos con él a muerte”. Lo mismo soltó el entrenador Javi Gracia, que les habían comunicado que podrían ser sancionados. Estar a muerte con un compañero que te acaba de decir que le han insultado gravemente no es precisamente volver a jugar. Eso es cobardía. Es aceptar que lo más importante son los tres puntos y no defender a un colega por una ofensa racista. Es poner al fútbol por encima de todo lo demás, sea lo que sea. Es agachar la cabeza y tragar. Es indigno. Es bochornoso.

La cuenta de Twitter oficial del Valencia publicó: “El equipo se ha reunido y decide volver para luchar por el escudo pero firme en la condena al racismo de todo el Valencia CF en todas sus formas”. El escudo. Se lucha por algo etéreo como un escudo, pero no por un jugador de tu plantilla que ve hundido el resto del partido en la grada después de asegurar que le han llamado “negro de mierda”. Eso sí, todos contra el racismo y bla bla bla. Palabras huecas, gestos vacíos. Y encima diciéndole a Diakhaby que había un riesgo de sanción para que el jugador les absolviera en su vuelta al campo, presionándole así todavía más.

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Aquí no se trata de la presunción de inocencia de Cala y en el Cádiz tienen derecho a defender a su jugador y confiar en que él no ha proferido un insulto racista. “Cala nos ha dicho que en ningún momento ha insultado y yo le creo”, declaró el técnico Álvaro Cervera.  Aquí se trata de que los jugadores y el entrenador del Valencia también creyeron al suyo, que además les comunicó que no estaba en condiciones de regresar, y le dejaron solo por tres tristes puntos. Eso es, al parecer, lo que vale la dignidad y el escudo del Valencia. Eso es lo que demostraron ayer con sus actos los compañeros y el entrenador de Diakhaby. Y debería darles vergüenza.