Juntos aboca al gobierno español a una primera derrota: mantiene el 'no' a la reducción de la jornada

BarcelonaDos días antes del debate en el Congreso sobre la reducción de la jornada laboral, Junts se mantiene en el no y sigue defendiendo su enmienda a la totalidad al proyecto de ley estrella de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Así le hizo saber Míriam Nogueras al secretario de Estado y número dos de Díaz, Joaquín Pérez Rey, en una reunión que mantuvieron este lunes, según confirman fuentes del ministerio de Trabajo. Por la mañana, el portavoz de Junts, Josep Rius ya había estado claro mostrándose contrario a retirar las enmiendas y repitiendo la retahíla de argumentos contrarios a la medida de pasar a las 37,5 horas semanales de forma general: "Estamos donde estábamos y si hay alguna novedad ya les comunicaremos", dijo, refiriéndose a una cuestión especialmente.

En rueda de prensa, Rius incluso ha acusado a Sumar de haber "cometido un error en la junta de portavoces que ha provocado que haya que negociar aceleradamente". Esto ha hecho que la votación sobre la totalidad se celebre esta semana y no más adelante, con mayor margen para la negociación. El dirigente juntero ha pretendido aclarar que su partido quiere que "la gente pueda tener más tiempo para la conciliación familiar y el ocio, pero no a costa de perder puestos de trabajo y cerrar empresas", y que, a estas alturas, el ministerio de Trabajo no les ha puesto "ninguna propuesta que pueda incluir la mejora del salario sin poner en riesgo el futuro de las empresas". También quiso matizar unas supuestas negociaciones directas entre Díaz y el expresidente de la Generalitat y líder juntero, Carles Puigdemont, dejándolo en unos meros "mensajes ocasionales", ya que "las negociaciones las lleva a cabo el equipo de Madrid". La ministra española había asegurado a La Sexta que mantenía un hilo directo con el expresidente para abordar la cuestión: "Sí que estoy hablando con Puigdemont y yo no miento", ha llegado a decir.

Asimismo, Díaz se encomendó a la prudencia a la hora de vaticinar el resultado final de la votación sobre esta materia y aún no da por hecha la derrota: "No revelaron el voto. No sé si saldrá. Juntos lo que dice es que no revela su voto", insistió. Cierto es que Rius no ha hablado del sentido del voto ni ha explicado ninguna rotura de las conversaciones –que continúan–, pero se ha mantenido en la enmienda a la totalidad que el grupo de Junts registró el pasado mes de mayo. "En absoluto he anticipado el posicionamiento, he querido constatar distintas cosas de cómo siempre negociamos", ha relatado el portavoz del partido de Puigdemont.

La negociación a contrarreloj hace que Díaz no tire la toalla, entre argumentos que "la ciudadanía quiere esta medida", y tampoco se ha mostrado especialmente negativa en caso de que Junts inflija este enésimo descalabro parlamentario al ejecutivo español, que depende del voto de los partidos independentistas. "Continuaré trabajando al día siguiente", soltó, aunque reiteró que si se pierde la votación, quien más pierde es "la gente trabajadora de este país", con un aviso incluido: "La ciudadanía sabe qué vota cada partido".

Argumentario contrario

Aunque Junts sigue negociando e incluso Díaz y Puigdemont han intercambiado mensajes al respecto, persisten las reticencias. Por ello, Rius ha sido contundente al reiterar las razones que les llevan a oponerse a la medida: «Existe un riesgo con la reducción de jornada: que al querer reducirla, muchos trabajadores podrían pasar de 40 horas a 0, lo que podría suponer el cierre de muchas empresas». Los miembros de Junts destacan que las pequeñas y medianas empresas constituyen el grueso del tejido productivo de Cataluña y que es necesario adaptarse a las singularidades de Cataluña. Esto se debe, entre otras cosas, a algunas compensaciones que solicita el partido, pero también a que una medida como la reducción de jornada debería aplicarse sectorialmente, en función de las particularidades.

Los Comuns también se han sumado a la presión sobre Junts, pero con un tono más duro: su portavoz, Aina Vidal, ha instado a los miembros de Junts a retirar su enmienda en su totalidad, argumentando que impedir que se tramite este miércoles para entrar en el debate del Congreso sería "una bofetada al debate público y a la propia democracia". La portavoz del PSOE, Montse Mínguez, se ha expresado en el mismo sentido, subrayando que "no será una derrota para el Gobierno" si no sale adelante: "Los partidos que se oponen a esta medida tendrán que explicarlo", concluyó, añadiendo que "se hará un intento".