Bernat Lavaquiol, el deportista que quería ganar unos Juegos y ahora se opone a los del Pirineo

BarcelonaEl sueño egoísta de Bernat Lavaquiol (Andorra, 1994) era competir en unos Juegos Olímpicos de Verano y su fantasía más racional es que los Juegos Olímpicos de Invierno no lleguen nunca al Pirineo. Ha luchado por las dos cosas. Con 18 años ya estaba en la selección absoluta de kayak. Mientras llevaba el escudo de España en el pecho por el mundo se afilió a Arran para convencer a su alter ego político. Lo descubrió con su abuela, que cantaba canciones de la guerra escondida cuando la democracia hacía años que había llegado. Lo consolidó cuando tenía 15 años en las consultas populares por la independencia, organizándolas, pero sin poder votar. Por el 1-O, el recuento de votos se hizo en su casa. Por las protestes postsentencia, los estudiantes de la UdL ocuparon el rectorado. El estaba detrás de todo aquello. Entonces, en 2019, ya insistía en que unos Juegos de Invierno estaban al caer.

"Se empeña en una cosa y hasta que no lo consigue no para", explica un amigo. Lo hizo con el remo, a pesar de que a los 15 años un entrenador le había dicho que no valía para ello. Y cuando vio que sí que valía, pero no lo suficiente para llegar a unos Juegos, se centró en los estudios. Ingeniería agrónoma, ingeniería forestal, dos másteres y ahora el doctorado y docencia. Y llegó el momento de empeñarse en los Juegos de Invierno: con compañeros de Arran pusieron en marcha una campaña que sería la semilla de la plataforma STOP Jocs.

En 2019 le ofrecieron ir de número 2 de la CUP en la Sede –salió– y también fue de 4 por Lleida el 14-F. Dos meses después se constituyó STOP Jocs y fue escogido portavoz. En el fondo, la pasión por la naturaleza la descubrió haciendo campana. Legales, eso sí. Al ser deportista de élite tenía convalidadas algunas asignaturas del instituto y los miércoles iba a hacer esquí de montaña con su padre. Con todo esto en la memoria, ha liderado una campaña en contra de un Juegos de Invierno que han muerto por el camino por la renuncia del COE, a pesar de que a él le gusta reivindicar una parte de la medalla.